La Agencia Internacional de Energía, creada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) tras la crisis del petróleo de 1973, es la entidad que busca coordinar las políticas energéticas de sus Estados miembros, con la finalidad de asegurar energía confiable, adquirible y limpia a sus respectivos habitantes.

Esa Agencia, según señala el portal larocuhepac.com, informó que los almacenamientos de petróleo a nivel mundial se han elevado al nivel sin precedentes de 3 mil millones de barriles.

“Esto –agrega- es el resultado del desplome implacable de la economía mundial, ya que las naciones consumen menos petróleo y productos del petróleo de lo normal, lo cual reduce el crecimiento del uso del mismo”.

Baja del precio

Además, el portal de noticias internacionales explica que, como consecuencia de esta situación, bajaron el precio del crudo West Texas Intermediate así como el petróleo crudo Brent, lo que representa una caída de casi dos terceras partes, para cada uno, desde principios de julio del 2014.

“Nació un nuevo fenómeno: los superbarcos petroleros – agrega larouchepac -, llenos hasta el tope con petróleo, haciendo colas de más de una milla en las principales ciudades portuarias debido a que las terminales en la orilla están llenas. En Houston – grafica -, el atraso en los buques cisterna creció a 41 barcos gigantes estacionados en el Golfo de México. En Iraq, están amontonados 20 buques cisterna gigantes en las afueras de la terminal Basrah, formando una línea de casi 2 millas de largo. En el puerto Qingdao, de China, un buque cisterna ha estado anclado desde agosto, otro desde el mes pasado”.

Más adelante, advierte que “la superproducción no hace más que poner de manifiesto que la burbuja de la deuda del bien básico petrolero está a punto de estallar, un punto que niegan o pretenden ignorar frenéticamente los líderes de las naciones del G20.

El analista Jim Rickards – agrega -, en su artículo del 22 de octubre, titulado “La bomba de la deuda petrolera de cinco billones”, informa que “hay unos 5,4 billones de dólares, correspondientes a costos incurridos en los últimos cinco años de exploración y perforación en el sector de energía alternativa”, es decir, la fracturación de petróleo de esquisto.

Devastador

Explica que “una buena parte de eso representa dinero prestado ya sea a través de préstamos bancarios o mediante la emisión de bonos chatarra de alto rendimiento.

Rickards plantea que si conservadoramente el 20% de ese total se elimina porque las compañías no pueden pagar (ese es el porcentaje de préstamos hipotecarios de alto riesgo que se eliminaron a consecuencia del crack de 2007-2008) entonces la cantidad de incumplimientos sería de 1 billón de dólares.

Incluso, si el cálculo de Rickards resultará muy alto, y el total del monto eliminado fuese 750,000 millones, eso ya sería devastador para el sistema financiero, en especial porque hay decenas de billones de dólares de derivados financieros ligados a la deuda petrolera y de los bienes básicos en general.

“A menos que haya una reorganización financiera en base a la ley Glass-Steagall, no hay solución para este problema”, sentencia finalmente.