El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está mostrando una firme resistencia a ser controlado por la élite imperialista de Londres. A pesar de los intentos de la primera ministra Theresa May, de tratar de imitar a Margaret Thatcher esgrimiendo la “amenaza rusa”, Trump reaccionó en forma enérgica, y hasta sarcásticamente, en la conferencia de prensa conjunta, cuando un reportero de la BBC lo cuestionó por varias de sus políticas.

Tradicionalmente, May, como jefe de Gobierno visitante, es la encargada de escoger la primera pregunta. Cuando concluyó la entrevista, el presidente de EE.UU. le dijo a May, “¿Eso es lo que escogiste como la primera pregunta? Hasta ahí llegó la relación especial”.

Evitar al príncipe

El Sunday Times, de Londres, y ahora todos los medios de prensa del Reino Unido, están informando que Trump quiere evitar a toda costa al príncipe Carlos en cualquiera que sea su próxima visita de Estado a Londres, “para que no lo sermonee” sobre el cambio climático.

“No va a tolerar que nadie le dé sermones, así sea un miembro de la familia real”, según cita el Times a una fuente de la Casa Blanca. “Francamente, deberían pensarlo dos veces si quieren ponerlo en el mismo salón con el príncipe Carlos”, agregó el comentario.

En el Reino Unido circula una petición, con medio millón de firmas, para exigir a la Reina que no se reúna con Trump.