Con el resultado a la vista, las elecciones en Estados Unidos dejaron dos derrotas claras: la candidata demócrata, Hillary Clinton y los sondeos de intención de voto.

Así lo calificó el diario Perfil, señalando que el fracaso de las empresas de sondeos y los analistas en los comicios fue tan evidente que el futuro de todo el ramo se convirtió en el centro de una polémica.

De las 20 mayores empresas estadounidenses encargadas de realizar las encuestas presidenciales, incluyendo redes nacionales de televisión y periódicos, solamente una -del diario Los Ángeles Times asociado a USC Tracking- indicó de forma consistente y casi precisa la ventaja del candidato republicano. El resto coronaba a Clinton como la nueva Jefe de Estado, ¡error!

Graves fallas

Varios sitios confiables en el análisis de tendencias –dice Perfil-, como el RealClearPolitics y el FiveThirtyEight aseguraban que el triunfo sería de Hillary Clinton. El segundo, además, no sólo sostuvo que estas elecciones estarían del lado de la candidata demócrata, sino que a su vez especificó que Hillary ganaría en Florida, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Donald Trump ganó en los cuatro estados; otro fracaso.

Numerosas y reconocidas webs predijeron la victoria de Clinto y sin embargo el resultado fue diferente. Ante este brutal error de sondeo, Larry Sabato, profesor de la Universidad de Virginia y autor del famoso blog “Bola de Cristal de Sabato”, quien se unió a la predicción errada, sostuvo que uno de los problemas fue que los sondeos se basaron en un muestreo del electorado tal como estuvo compuesto en la elección anterior, sin tener en cuenta el número de electores de Trump.

Según el especialista, “la participación de personas blancas en las zonas rurales fue enorme”, mientras que la de negros y “millenials” disminuyó”. Dato que el 90% de las empresas, encargadas de los sondeos, no tuvieron en cuenta.

La mayoría de los encuestadores reconoció tarde la profundidad del resentimiento contra la exsenadora y exsecretaria de Estado, a quien muchos ven como “una corrupta integrante de una elite enquistada en Washington”, expresa el portal.

Pese al centenar de encuestas que se realizaron para estas elecciones presidenciales, las empresas obviaron cuán tajantes eran las divisiones. Así, el resultado fue que el 90% de los sondeos resultaron equivocados.

¿Fue realmente un error de los encuestadores o los electores de Trump fueron demasiado astutos para obviar los sondeos?. ¿Es este el nocaut de las encuestas, o seguirán siendo una herramienta confiable de análisis político?, se pregunta Perfil finalmente.