A menos de 80 días de las elecciones presidenciales francesas, la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, que encabeza las encuestas para la primera vuelta, presentó ayer un programa nacionalista y  antiinmigrantes, parecido al que llevó al poder a Donald Trump.

En un discurso en Lyon, la líder del Frente Nacional (FN) atacó “la inmigración masiva”, la globalización y el “fundamentalismo islámico”. “Lo imposible es posible. Como es posible que presidentes como Donald Trump sean electos contra un sistema coaligado en su contra”, dijo en el primero de diez actos masivos de campaña.

“Este despertar de los pueblos es histórico. Significa el fin de un ciclo. El viento de la historia giró y nos llevará a la cumbre”, agregó, prometiendo “poner a Francia en orden”. “¡Estamos en casa, estamos en casa!”, gritaron juntos los cerca de 3.000 militantes presentes.

La Unión Europea (UE) fue objeto de las críticas más virulentas de Le Pen por ser, a su juicio, “un fracaso que no puede cumplir con ninguna de sus promesas”. De ahí que uno de los 144 compromisos que presentó sea la organización de un referendo en los seis primeros meses de su mandato para abandonar “el tiránico sistema europeísta”.

“Otros pueblos nos mostraron el camino, como los británicos que eligieron la libertad con el brexit”, manifestó la ultraderechista. También hizo referencia a los austríacos por “eliminar en la primera vuelta de las presidenciales a los partidos tradicionales y a los italianos por rechazar la reforma de la Constitución” del entonces primer ministro italiano, Matteo Renzi.

“Estas naciones mostraron que el despertar de los pueblos contra las oligarquías puede realizarse”, exclamó Le Pen además de rendir homenaje a Trump por “cumplir con sus promesas electorales”.