Un incendio sin precedentes este fin de semana causó miles de evacuaciones en el estado de Washington y centenares más en un suburbio de Los Ángeles, la segunda ciudad de Estados Unidos y donde el fuego alcanzaba una dimensión «histórica».

La declaración del estado de emergencia, que permite activar recursos federales, fue declarada también en Montana y el estado de Washington, según consigna la agencia internacional AFP.

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, declaró durante una conferencia de prensa que el incendio, bautizado «Tuna», ya afectó unas 2.000 hectáreas y que era «el mayor de la historia» de esta ciudad, donde declaró el estado de emergencia e instó a hacer lo mismo al gobernador de California.

Según los bomberos de Los Ángeles, tres estructuras fueron destruidas, incluidas dos casas, y unas 700 viviendas fueron evacuadas en la ciudad y en varios suburbios cercanos como el de Burbank, donde se veían lenguas de fuego sobre las colinas y sede de los estudios Disney y Warner Bros.

Más de 500 bomberos y aviones para rociar material ignífugo fueron desplegados. Otros cien bomberos que fueron enviados a Houston, Texas, para ayudar durante el paso del huracán Harvey, regresarán a Los Ángeles en las próximas horas para reforzar el combate al incendio.

Sólo el 10% de las llamas ha sido controlado, en un fin de semana largo por el Día del Trabajo en Estados Unidos.

A causa del fuego, algunas rutas de acceso al conocido parque Yosemite así como sus senderos fueron cerrados.

En el estado de Washington varios incendios cubrían una superficie cercana a las 6.000 hectáreas y causaron la evacuación de unos 4.000 habitantes.

Otros dos incendios forestales masivos provocaron evacuaciones en Oregon, más de 20 incendios afectaban Montana, donde se registraban altas temperaturas, vientos, una humedad relativamente baja y lluvias por debajo de lo normal.