El movimiento islamista talibán anunció hoy su primer alto el fuego con las fuerzas de Afganistán desde la invasión estadounidense de 2001, una decisión motivada por el mes sagrado islámico de Ramadán y que da respiro a un país devastado por la guerra, aunque la tregua no incluye a las tropas extranjeras.

El cese de hostilidades tendrá lugar durante los tres primeros días de la festividad musulmana del Eid al Fitr, que marca el fin del Ramadán, y será el primero decretado por los talibanes desde que fueron derrocados del gobierno afgano por la invasión estadounidense de hace 17 años.

En un correo electrónico enviado a medios de comunicación, los talibanes dijeron que sus combatientes detendrán «todas sus operaciones ofensivas contra las fuerzas de oposición locales» durante el primer, segundo y tercer día del Eid al Fitr.

No obstante, el grupo integrista advirtió que si sus filas son atacadas, podrán «responder con fuerza y defenderse».

Los talibanes precisaron que la tregua no incluye a los «invasores extranjeros», que deben ser atacados «en cualquier lugar y en cualquier momento», informó la agencia EFE.

De acuerdo con el comunicado, el alto al fuego llega para que los afganos puedan «realizar los rezos del Eid y otros rituales con confianza».

Según la duración del mes sagrado de Ramadán, que varía cada año dependiendo del calendario lunar, la tregua anunciada por los talibanes comenzará el 15 o el 16 de junio, coincidiendo con el primer día del Eid.

Los talibanes no mencionaron en su comunicado al alto al fuego unilateral anunciado hace dos días por por el gobierno afgano con motivo del Ramadán y después de que unos 2.000 líderes religiosos llamaran a los talibanes a buscar un proceso de paz.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, presentó la tregua como una nueva oportunidad para que la formación insurgente abandone las armas, después de que ésta rechazase una ambiciosa oferta de paz lanzada en febrero por el gobierno.

Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas tras el final de la misión de la OTAN en 2015, que solo continúa en el país en tareas de adiestramiento y capacitación de las fuerzas afganas.

También hoy, horas antes del anuncio de la tregua, al menos 14 policías y 8 talibanes murieron en ataques del grupo a varios puestos de control policial en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, informaron autoridades.

Otros 6 policías resultaron heridos en el ataque, que tuvo por blanco tres puestos de seguridad del distrito de Qala-e-Zal, aseguró el portavoz del gobernador provincial, Niamtullah Timoree.

El funcionario precisó que 8 talibanes murieron y otros 9 resultaron heridos en el contraataque de las fuerzas de seguridad.

Las tres instalaciones están bajo control de la policía y la situación ha vuelto a la normalidad, agregó Timoree.

El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, reclamó la autoría de la acción y afirmó que habían acabado con la vida de 25 miembros de las fuerzas de seguridad y destruido varios vehículos, además de capturar municiones.