Varios miles de personas se manifestaron en contra del futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por el centro de Miami, bajo la consigna instalada en las redes sociales #Not My President (No mi Presidente).

Los manifestantes portaban, en la tarde y noche de ayer, banderas y pancartas en las que se leían consignas en contra del «odio» y el «fascismo» y a favor de los inmigrantes, y otras relacionadas a una variedad de temas presentes en la reciente campaña electoral.

La policía de Miami estimó en unas 3.000 las personas que protestaron por las calles de la ciudad, según el canal NBC y la agencia EFE.

Los canales de televisión mostraron imágenes de los manifestantes, entre los que había personas de todos las edades, cuando cortaron el tránsito en un puente que une Miami con Miami Beach y produjeron un enorme embotellamiento en la zona.

La policía acordonó el lugar pero no actuó contra los manifestantes, que cantaron y corearon consignas en contra del ganador de las elecciones del pasado 8 de noviembre.

También se escucharon consignas en español, incluido «Sí se puede», el lema del presidente Barack Obama (Yes We Can) en español.

En el día de ayer miles de estadounidenses salieron de nuevo a las calles de las principales ciudades del país en protesta por la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de su país mientras que el magnate acusó a los medios de comunicación de promover e instigar estas protestas.

Los manifestantes cortaron calles y autopistas en Nueva York, Washington, Los Angeles y Oakland (California), Dallas y Austin (Texas), Baltimore (Maryland), Minneapolis (Minesota), Filadelfia (Pensilvania), Portland (Oregón), Salt Lake City (Utah) y en Vancouver (Canadá).

«Acabamos de tener una elección presidencial muy transparente y exitosa. Ahora manifestantes profesionales, incitados por los medios, están protestando. ¡Muy injusto!», dijo Trump desde su cuenta de Twitter.

La manifestación de Portland fue una de las más numerosas del país y adquirió carácter violento cuando encapuchados ocasionaron destrozos a vehículos y comercios.

La Policía local informó del lanzamiento de «proyectiles» contra los agentes, culparon a «grupos anarquistas» y, según medios locales, utilizaron gases lacrimógenos y efectuaron numerosas detenciones.

También se informó de tres detenciones en la protesta de Dallas y otras dos en Baltimore.