La grabación que se habría utilizado para la supuesta extorsión sería obra de Ildefonso de Miguel, «hombre fuerte» de González, quien intentó «tirar de la lengua» al empresario Rafael Palencia, de la compañía Degremont, para que confesara el pago de dinero negro a Lapuerta a cambio de la concesión de obras públicas.

Esta prueba, de ser válida, incluso podría probar un delito de cohecho, algo que por lo que hasta ahora no se pudo imputar de forma directa al oficialista Partido Popular, el primer partido político en la historia democrática de España imputado y que tuvo que presentarse en los tribunales en un juicio por corrupción.

La fuerza conservadora está encausada como responsable civil a título lucrativo en la mega causa de corrupción Gürtel, por haberse beneficiado del dinero que recibió de la red liderada por el empresario Francisco Correa que canalizaba dinero a través de Bárcenas. El propio Rajoy tendrá que declarar como testigo en este caso.

Además, se acusa al PP como persona jurídica en la causa abierta por la destrucción y borrado de los discos duros de las dos computadoras portátiles con los que trabajaba Bárcenas, y que presuntamente contenían pruebas claves para el caso Gürtel.