La líder de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, dirigió hoy una carta pública a «jueces y fiscales» de Jujuy en la que advirtió que ellos «saben» que se trata de una «perseguida política» y que su prisión fue «decidida por el gobernador Gerardo Morales».

«Ustedes saben que las causas judiciales contra mí fueron armadas en la gobernación. Saben, además, que ustedes obedecieron y fueron y son instrumentos de esa persecución política», enfatizó Sala.

En la nota difundida a través de redes sociales, la dirigente señaló que «ustedes saben que el juez (Pablo) Pullen Llermanos le propuso varias a detenidos concederles la libertad por una declaración contra mi persona».

«Ustedes lo saben y saben que Pullen Llermanos en eso cumple», subrayó Sala, quien agregó: «al que decalra contra Milagro Sala le da la libertad y el sobreseimiento, al que no acceda le espera la prisión indefinida».

Agregó: «ustedes saben que cada paso judicial que se da en las causas que me armaron son consultados y decididos en la Gobernación».

«Ustedes jueces y fiscales son los que consultan y obedecen, dejan de lado los principios básicos del derecho que estudiaron en la universidad y que juraron defender», remarcó.

También les advirtió que «saben que la persecución» no apunta sólo contra ella sino también contra su «familia» y «contra los compañeros y compañeras de la Tupac que no han traicionado a la verdad ni a sus convicciones».

Denunció que también hay una persecución contra sus «abogados a los que han sancionado varias veces».

«Ustedes no sólo buscan nuestra prisión por muchos años, buscan destruirnos como personas y buscan desterrar toda obra social y popular que hizo la Tupac Amaru», remarcó.

Agregó: «ustedes saben y yo también que seré condenada porque esa es la decisión de Morales y ustedes le obedecen».   «Sepan también que la Historia no se detiene y que algún día deberán responder con todas las garantías legales como corresponde por todas estas persecuciones», subrayó.

Además, señaló: «sepan también que las diferencias políticas no se resuelven con la prisión de los opositores; quienes así lo hacen terminan siendo mercenarios del poder político autoritario».