Según las mujeres, la edad biológica no es congruente con los cambios sociales y hasta los 30 años aseguran que disfrutan de una «adolescencia tardía».

Para los especialistas, el congelamiento de óvulos es una alternativa viable para compatibilizar el deseo de ser madre con las aspiraciones personales.

Especialistas en fertilidad coincidieron en que en las últimas dos décadas, la edad promedio del primer embarazo de la mujer aumentó significativamente por razones de índole cultural, social y económica.

En general, se trata de mujeres que desean ser madres pero se encuentran en situación de priorizar su vida profesional, estudios, viajes, búsqueda de mayor solvencia económica o, sencillamente porque son solteras y esperan encontrar pareja con quien tener un hijo.

La directora médica de Maternity Bank, Marcela Rodríguez Kubrusli, explicó que «la tendencia a dilatar la maternidad ha crecido sustancialmente de la mano del avance científico que permite a la mujer poder planificar el momento idóneo para buscar un hijo sin correr el riesgo del que el paso del tiempo se lo impida».

En este sentido, dijo que «después de los 35 años comienza a disminuir la reserva de óvulos con mayor rapidez».

Remarcó que «hoy la mujer tiene la posibilidad de planificar el momento gestacional de acuerdo a su proyecto personal y su historia de vida sin necesidad de padecer la presión que le impone su propio cuerpo».

«La mujer ha logrado ocupar puestos profesionales, políticos y gerenciales que implican muchos años de formación y gran nivel de competitividad. Para poder compatibilizar el deseo primordial de ser madres con las metas laborales, cada vez más mujeres se inclinan por echar mano a la ciencia para tener la posibilidad de pausar el paso acelerado de su tiempo biológico», concluyó Rodríguez Kubrusli.

Fuente: N/A