El jefe de la Policía de Charlotte, Kerr Putney, dijo que, según lo que él pudo ver en las imágenes del video, la actuación del agente Brentley Vinson, autor de los disparos, estuvo justificada y su postura fue compartida por la alcaldesa Roberts.

El abogado de la familia, Justin Bamberg, afirmó por su parte que de acuerdo con lo que pudieron observar en la cinta, Scott no muestra signos de agresividad y no se aprecia si empuña un arma, como aseguraron los uniformados en su reporte, o un libro, como afirma su familia.

El representante legal de la familia indicó que en las imágenes, tomadas por las cámaras de los agentes, es «imposible distinguir» lo que Scott sostiene en sus manos, si es que portaba algo, pero cuando fue abatido tenía las manos en sus costados y «caminaba lentamente hacia atrás».

Ante la diversidad de opiniones, la familia pidió a la Oficina Estatal de Investigación de Carolina del Norte (SBI) que investigue lo sucedido, y esta agencia informó que comenzó sus pesquisas y determinará si el agente que disparó es imputado o no.

También en Tulsa

Mientras en Charlotte seguían las protestas, en Tulsa, estado de Oklahoma, también en el ojo del huracán por un caso de presunta violencia policial, el fiscal del condado presentó cargos contra una agente acusada de haber disparado contra un afroamericano desarmado.

La Fiscalía de Tulsa anunció anoche que Betty Shelby, una agente de policía blanca, tendrá que enfrentarse a un cargo de homicidio en primer grado por la muerte de Terence Crutcher, un hombre de 40 años al que se le averió la furgoneta en una zona boscosa de la ciudad, lugar en el que fue abatido.

Las muertes de Crutcher y Scott se enmarcan dentro de los episodios de tensión racial que ha vivido Estados Unidos desde hace dos años, especialmente tras la muerte en Ferguson, estado de Missouri, en agosto de 2014 del joven negro Michael Brown.