Luego de intensas jornadas de debate y reuniones llevadas adelante por todas las partes, el Concejo Municipal sentó las bases de la nueva disposición para ruidos molestos en obras en construcción, a los fines de unificar los intereses de los vecinos de las mismas, así como también de quienes realizan las tareas pertinentes en ellas. La ordenanza deberá ser reglamentada en breve por el municipio.

Para tal fin, el concejal Martín Rosúa, presidente de la comisión de Producción y Empleo; el titular de la comisión de Gobierno, Jorge Boasso; y la edila Lorena Giménez Belegni, responsable de Obras Públicas en el cuerpo legislativo y la concejala Marina Magnani llevaron adelante distintas reuniones con delegados de la Uocra (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina), la Cámara de la Construcción (CC) y la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) para ensamblar sus preocupaciones con las de los vecinos linderos o cercanos a las obras.

En ese sentido, se acordó la creación de un cuerpo de inspectores que garantice el funcionamiento de las obras en cuanto a los límites sonoros y los horarios permitidos, así como también un protocolo de inspección que permita garantizar su debido cumplimiento. “El objetivo es el de aligerar, informar y consensuar los trabajos de las empresas con los vecinos”, explicó Rosúa.

Por su parte, el concejal Jorge Boasso precisó que «actualmente todas las tareas de construcciones se ven paralizadas de lunes a viernes entre las 13 y las 15, sin embargo esto impide avanzar en muchos trabajos que no impliquen realizar ruidos molestos. Por ello es importante lograr la inmediata reglamentación».

Asimismo, se fijaron algunas tareas sumamente específicas que quedan exentas de las limitaciones horarias, tales como las excavaciones, submuraciones -que no producen contaminación sonora- así como también demoliciones o tareas en los casos en que exista peligro de derrumbe en las obras.

Vale mencionar que Rosúa es autor de un proyecto ya aprobado por el Concejo Municipal modificatorio a la ordenanza de ruidos molestos que estableció como únicos horarios fijos para los trabajos en las obras de lunes a sábado de 8 a 13 y de 15 a 19, considerándose como una infracción cualquier ruido realizada fuera de esos términos.

“La idea consiste en buscar un estándar de calidad en beneficio de los vecinos y protección del medio ambiente pero entendiendo los procesos constructivos y la importancia de la generación de trabajo que la obra brinda. Creemos haber arribado a una solución intermedia que puede conformar a todas las partes”, destacó el edil radical.

Finalmente, Boasso remarcó que la Ordenanza 9.249 que regula los trabajos en medianeras y muros linderos espera hace (2) dos años ser reglamentada por el Ejecutivo Municipal. En noviembre se realizó un texto consensuado del decreto reglamentario, entre las propias autoridades municipales y los sectores interesados, sin embargo el mismo nunca fue firmado por la intendenta municipal.