El tema de las bolsitas plásticas vuelve, una vez más, a ser un tema de discusión entre los ediles. Es que ayer, durante el encuentro semanal de la comisión de Ecología y Medio Ambiente, los concejales recibieron al secretario general regional de la delegación Rosario del Sindicato de Unión Obreros Plásticos y Afines, José Orpianesi, quien planteó la necesidad de abordar la implementación de la norma porque peligran alrededor de 350 fuentes de trabajo del sector.

«Llevamos el listado con todos los trabajadores de distintas empresas para que vean que lo que decimos es real. Hasta ahora, los supermercados están haciendo su negocio y no les importa nada. Si esto sigue así vamos a ver perjudicados a casi 350 trabajadores», se lamentó el dirigente gremial en diálogo con Conclusión.

Recurrir a la comisión de Ecología y Medio Ambiente fue ya la tercera medida tomada por el Sindicato de Plásticos, ya que previamente acudieron a la Cámara de la Industria del Plástico para pedir que no tomen medidas y conserven las fuentes de trabajo, y en segunda instancia, se reunieron con la Cámara de Supermercados de la ciudad pero todavía, siguen sin encontrar respuestas.

«Nosotros pretendemos que se mejore la ordenanza, que sea firme con la cláusula de entrega de bolsas, que se especifique bien de qué tipo y cuántas deben ser», reveló Orpianesi. Y enseguida agregó: «No sólo se ven perjudicados los 350 empleados, sino también todos los que dependen de esta actividad de manera indirecta, así como los cartoneros que ya no pueden contar con las cajas de los súper».

Finalmente, Orpianesi dijo a Conclusión que «no hablamos de ecología sino de economía. Hay que tratar el tema de fondo para que nadie salga perjudicado, ni trabajadores ni consumidores, ya que así, todo el negocio termina siendo para el súper«.

Ante el reclamo del dirigente, el concejal y presidente de la comisión, Osvaldo Miatello, precisó que la ordenanza tardó 15 años en consensuarse, y que justamente no se trató de una prohibición porque se perseguía la finalidad de conservar fuentes de trabajo. “No salió una prohibición para no reducir la cuestión a lo estrictamente ecológico. Pero hay una falla porque el actual escenario no fue la decisión del Concejo, no era el espíritu de la ordenanza”, explicó el edil en relación a la posibilidad de 350 personas pierdan su fuente laboral.

La ordenanza que aprobó el Concejo suponía que las bolsas plásticas vayan siendo retiradas de forma gradual -dos de color naranja y otras dos negras-, sin embargo, tal modalidad no fue adoptada por los supermercados, quienes prefirieron directamente, suspender la entrega de las bolsitas ya que la norma no puede obligarlos a cederlas de manera gratuita.

«La Cámara de Supermercados ha tomado una decisión unilateral por la cual no entrega bolsas. El tema es que nosotros no podemos obligarlos a entregar bolsas en forma gratuita», señaló Miatello. «Evidentemente la norma que se aprobó en su momento tiene deficiencias porque si no, no podrían haber hecho esto», agregó.

A pesar de reconocer una falla en la normativa vigente, Miatello consideró que «el concepto de ecología incluye el tema de conservar el trabajo, pero también entiendo que no es bueno volver a fojas cero, habrá que buscar una normativa superadora».

En ese sentido, el edil aseguró que en la comisión hay consensos para recibir en próximas reuniones a todos los sectores involucrados, con la intención de avanzar en una normativa que tenga efectivo cumplimiento.

Por su parte, el concejal Carlos Comi, también presente en la reunión, señaló que “el argumento ambiental de los supermercados para no entregar bolsas es una mentira. No hay interés ecologista, sólo económico. Reducen millones de pesos por cadena”.

En tanto, Carlos Cossia adelantó que si está en riesgo la fuente de trabajo va a defender el reclamo del sector del plástico y destacó que «aprobar la ordenanza actual implicaba un cambio gradual y entrega acordada de un tipo determinado de bolsa regulada y normada”.

Tanto unos como otros, coincidieron en que la decisión adoptada por los supermercadistas -no entregar ninguna bolsa plástica- responde a un tema estructural de negocios y no a cuestiones ecológicas, como argumentan.