Por Guido Brunet

El Monumento Nacional a la Bandera es un símbolo de la ciudad y uno de los primeros lugares que los turistas desean conocer al llegar a Rosario. Subir a la cima del Monumento es uno de los paseos más anhelados por los visitantes debido a la espectacular vista de la ciudad y el río que se puede apreciar desde el mirador. Y ni hablar de las tradicionales escalinatas, que son uno de los puntos ineludibles de cada visita a Rosario. En esta explanada también se realizan recitales y todos los espectáculos culturales que tienen lugar en el Monumento.

Pero hay un problema, el ascensor que lleva al mirador solo puede ser alcanzado mediante escaleras y en la explanada, las anchas escalinatas no cuentan con rampas, así como otros sectores de este emblema de la ciudad. Por lo que el acceso para personas con discapacidad motriz se hace imposible. Así que quienes posean alguna dificultad se privaran de disfrutar de las instalaciones, espectáculos y la gran vista desde el mirador.

Por todo esto, desde las redes sociales comenzó a circular una campaña para implementar rampas para discapacitados tanto en la explanada como en las escaleras para llegar al ascensor central. El pedido va dirigido al gobernador Miguel Lifschitz, a la ministra de Innovación y Cultura, María de los Ángeles «Chiqui» González y a Marina Borgatello, secretaria de Ambiente y Espacio Público de Rosario.

Conclusión dialogó con Sergio Donatti, miembro de la ONG Sin Barreras, una organización que trabaja en la conquista de derechos de las personas con discapacidades. Donatti manifestó: «Me parece bárbaro el pedido porque hace mucha falta. Nosotros vamos a ver en qué podemos ayudar para sumar a la propuesta».

El referente de la ONG recordó que hace dos años realizaron un pedido similar a las autoridades municipales y concejales de la ciudad, con el objetivo de que las nuevas obras puedan ser inauguradas durante la fiesta del 20 de junio de 2015. Pero las reformas no pudieron concretarse debido a que, al ser un Monumento nacional, el municipio no puede realizar cambios en su estructura. «Por eso, ese año, fuimos a Buenos Aires y nos reunimos con la secretaria de la ministra de Cultura, Teresa Parodi, pero todo quedó en la nada», cuenta Donatti.

El miembro de la organización manifiesta que los únicos lugares de la obra de Ángel Guido que cuentan con rampas son el Paseo Juramento y frente al Concejo Municipal. Por otro lado, en la Sala de las Banderas se instaló una grúa para discapacitados, pero, a partir de su experiencia, Donatti afirma que «no es segura». Con respecto a las escaleras que llevan al ascensor del mirador, el miembro de Sin Barreras, confiesa que este lugar no había sido tenido en cuenta en el proyecto presentado por la organización, por lo que «es bueno que se incluya esto en el pedido», opina Donatti.

 

El pedido de firmas en la web

«El Monumento Nacional a la Bandera es una construcción símbolo de la ciudad de Rosario, pero el mismo no cuenta con rampas para facilitar el acceso a personas con discapacidad, por lo que hace imposible el poder recorrerlo y mucho menos acceder al mirador ya que, si bien hay ascensor, este se encuentra en el segundo piso, al que se puede llegar solo por escaleras», reza el texto de la campaña que invita a los ciudadanos a apoyar la causa.

Las personas que se sumaron al pedido, a su vez, comentaron la iniciativa. «Urgente, se deben hacer rampas», dice Orlando. Otros también suman ideas para optimar la propuesta: «Las rampas bien podrían ser desmontables para no alterar la estructura arquitectónica del monumento», aporta Matías.

Hasta el momento, más de 1.500 personas ya firmaron para que se realicen las obras en la histórica construcción y que de esa forma, discapacitados también puedan gozar de visitarla sin ninguna restricción edilicia. La firma se puede realizar de forma virtual tan solo haciendo click en la página change.org.