En el marco de la investigación por las amenazas de bombas a distintas escuelas de la ciudad, el fiscal de la unidad de Cibercrimen, Gustavo Ponce Asahad, y el director de investigación criminal de la Policía de Investigaciones brindaron una conferencia de prensa para explicar los avances que hubo en la causa en las últimas horas.

El fiscal Ponce Asahad explicó que “los allanamientos se realizaron durante la noche de este miércoles cuando las familias se encontraban cenando”. “En el momento que se producían estas diligencias los chicos decían los teléfonos que eran los que ellos usaban”, expresó el fiscal.

Además explicó que “nosotros ordenamos allanamientos que tenían como objetivos la detención de los titulares de los teléfonos y el secuestro del teléfono en cuestión”, de donde partieron los llamados hacia las escuelas.

El fiscal indicó que “esto no lo tomamos como una broma de chicos porque es una situación gravísima que atenta contra la seguridad pública”.

«Las personas detenidas fueron puestas a disposición del colegio de jueces, y permanecerán detenidas hasta la audiencia imputativa donde podrán ejercer su derecho a defensa”.

Por otra parte, señaló que “esto recién empieza y hay una batería de medidas a desplegar. Tenemos una determinada cantidad de denuncias y cada una de ellas merece la investigación que corresponde. La individualización de la persona como titular de una línea de donde partió la llamada de amenaza de bomba enfrentará el proceso penal que corresponde”.

La pena que corresponde al autor de delito de intimidación pública oscila entre dos a seis años de prisión.

La fiscalía va a pedir la medida cautelar y se va a considerar de acuerdo a cada caso teniendo en cuenta la peligrosidad procesal de cada uno de los imputados.

“Vamos a investigar cada una de las denuncias, no lo consideramos una broma y amerita tratarlo con la seriedad que se merece”, aseveró Ponce Asahad.

Además advirtió que “son cuestiones que deben tratarse dentro del ámbito familiar y también de las escuelas y es una situación que nos convoca a todos los actores de la sociedad”.

Por su parte, el director de investigación criminal, Darío Chávez, dijo que “se llevaron adelante los allanamientos cuando las personas estaban terminando de cenar en un ámbito familiar. Se golpeó la puerta para ser atendido por el dueño de la vivienda y al comunicarle que se trataba de un allanamiento con orden judicial buscando al titular de la línea, fue terrible”.

Chávez comentó el mal momento que vivieron las familias “al escuchar a los chicos decir que ese teléfono era el que usaban ellos y más terrible fue que los chicos escuchen que sus padres iban a ser detenidos por una broma que ellos cometieron”.

 

Cuatro detenidos en allanamientos por amenazas de bomba en escuelas