La octava de pascua se cierra con el famoso pasaje de la duda de Tomás. Y ese domingo coincide con la celebración de la Divina Misericordia. Santo Tomás apóstol y mártir es conocido como el Escéptico Tomas. Y sus obras y su personalidad tienen mucho que aportar a la fe.

Tomás fue uno de los 12 apóstoles y se le conocía con el sobrenombre de Dídimo que en griego significa mellizo.

Aunque no hay constancia de quién era su hermano mellizo, si es que lo tenía.

Probablemente haya sido de Galilea.

El capítulo 20 del evangelio de San Juan es la causa por la que recibió el apodo de Tomas el Escéptico.

Cuando Jesús visitó a los discípulos por primera vez luego de su resurrección, Tomás estaba ausente.

Cuando Tomás regresó, los demás discípulos le cuentan de la aparición de Jesucristo.

Y en el versículo 25 de Juan se le relata diciendo “si no veo en sus manos la huella de los clavos y pongo mi mano en su costado no lo creeré”.

El escepticismo respecto a la resurrección debe haber sido muy extendido en esa época.

Hasta hoy los escépticos tienen tres explicaciones escépticas de lo que sucedió, que vienen desde aquel momento.

Una es que la supuesta resurrección fue una psicosis masiva contagiosa.

Otra es qué se trató de una resurrección espiritual, pero qué sus discípulos la trataron como una resurrección física.

Y la tercera es que el cuerpo fue robado por los discípulos, qué fue lo que circuló entre los judíos.

A pesar de su duda hay muchos Santos llamados Tomás, más de 30 según La Vida de los Santos de Butler.

Quizás los más conocidos sean Tomás de Aquino, Tomás Moro y Tomas Becket.

CÓMO ERA EN REALIDAD TOMÁS APÓSTOL

Tomás aparece en los evangelios como una personalidad extrovertida.

Aparece como actor importante cuando Jesús anuncia la intención de regresar a Judea para visitar a Lázaro que estaba enfermo.

Este viaje era peligroso porque Betania era cerca de Jerusalén y Jesús tenía muchos enemigos. Los judíos querían acabar con Él.

Pero Jesús estaba en un brete porque había llegado un mensajero para decirle que Lázaro estaba muy enfermo y sus hermanas le pedían que fuera curarlo.

Aparentemente Jesús retraso el viaje por las dudas respecto a los peligros.

Sin embargo Jesús decide ir y Tomás arenga al resto de sus compañeros para acompañarlo en este trance.

En Juan 11: 16 Tomás dice al resto de los Apóstoles “también vayamos a morir con Él”.

Aquí Tomás no expresa ninguna duda sino el compromiso de seguir a Jesús como un discípulo leal.

Otra aparición significativa de Tomás apóstol en los evangelios fue durante la última cena.

Jesús dijo a los apóstoles que no podían ir a donde Él iría, pero que les prepararía un lugar allí.

Y Juan 14: 5 revela que Tomás le dijo “Señor no sabemos a dónde vas ¿cómo podemos saber el camino?”.

Y esto da pie al famoso pasaje de Nuestro Señor que le contestó a Tomás “Yo soy el camino la verdad y la vida nadie viene al Padre sino por Mí” (Juan 14: 6).

Estas palabras de Jesús son un pilar importante de la fe católica.

gran parte de la evangelización y la catequesis Católica se basa en la frase “Yo soy el camino la verdad y la vida”.

Luego el Evangelio de San Juan muestra el famoso pasaje de la duda de Tomás en el capítulo 20.

Jesús se había parecido a los 10 apóstoles en el Cenáculo, que era el lugar donde se había producido la última cena.

Tomas, por alguna razón, no había estado, de modo que cuando llegó los otros apóstoles le relataron lo sucedido.

Tomás no cree, lo que le valió el apodo de escéptico.

plantea cómo salir de la duda, mediante la prueba de  ver las heridas en las manos y metiendo su dedo en el costado de Jesús.

Luego Jesús volvió a aparecerse y ahora estaba Tomás, quien pudo convencerse de que era verdad metiendo los dedos en el costado y viendo las heridas en las manos.

Cuando Tomás lo comprueba dice la famosa expresión “Señor mío y Dios mío”, expresión que fue recogidas por la misa en la elevación de la hostia durante la consagración.

Y ha sido una expresión muy popular entre los cristianos de todos los tiempos.

La Biblia por tanto demuestra con este pasaje que la fe de los discípulos no era crédula, sino que había motivos razonables, empíricamente verificables, para creer en la resurrección.

Luego Tomás es mencionado dentro de aquel grupo en el mar de Galilea cuando Jesús le pregunta a Pedro tres veces sí lo ama.

En Juan 21: 2 dice que en esa oportunidad estaba Simón Pedro, Tomás, Natanael, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos que no menciona.

Y la última vez que se menciona Tomás en la Biblia es después de la Ascensión, cuando estaban orando en el Cenáculo por la venida del Espíritu Santo según las instrucciones del Señor.

Ahí dice que estaban Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomas, Bartolomé, Mateo, Santiago el hijo de Alfeo, Simón el Zelote, Judas el hermano de Santiago; esto está en Hechos 1: 13.

Santo Tomás con la lanza de su martirio

LA HISTORIA POSTERIOR DEL APÓSTOL TOMÁS

La tradición sostiene que fue a evangelizar a la Mesopotamia, Etiopía y especialmente llegó hasta a la India, donde formó comunidades y fundó Iglesias.

Los cristianos de la India son conocidos como cristianos de Santo Tomás.

Y es allí donde la tradición dice que murió martirizado.

También una tradición dice que fue el apóstol que bautizó a los Reyes Magos.

La Santísima Virgen les habría dado a estos Reyes Magos algunas ropas del niño Jesús para llevarla como reliquias hacia el este, o sea a Persia donde ellos vivían.

por el año 40 se dice que fueron bautizados por Santo Tomás apóstol.

También la tradición dice que San Gaspar, San Melchor y San Baltazar terminaron martirizadospor su fe católica.

Se relatan muchos prodigios de Santo Tomás en la India, quién habría muerto de un lanzazo en el año 72.

Santo Tomás es el patrón de los arquitectos, de los ciegos, de los trabajadores de la construcción, de los topógrafos, de los teólogos.

Y tiene el patronazgo también de la India, Ceilán, Pakistán, Sri Lanka, el estado de México.

Su martirio fue el 21 de diciembre, la que al principio fue decretada como su fiesta, pero fue cambiada en 1969 porque interfería con la Navidad.

Y fue tomada la fecha del 3 de julio, porque la tradición dice que fue cuando sus restos fueron trasladados desde la India a Edesa, hoy Turquía; y más adelante serían trasladados a Ortona en Italia, en 1258.

EL EPISODIO DE LA DUDA DE TOMÁS

Este episodio se relata en Juan 20: 24-29.

Como ya dijimos Santo Tomás estaba ausente cuando se le pareció Jesús a los discípulos.

Y cuando regresó dijo que creería si tocaba las heridas de Jesús, lo cual realizó 8 días después.

Esta lectura cierra la octava de pascua.

Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’

Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.

Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.’

Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.’

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: ‘Hemos visto al Señor’.

Pero él les contestó: ‘Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.’

Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: ‘La paz con vosotros.’

Luego dice a Tomás: ‘Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.’

Tomás le contestó: ‘Señor mío y Dios mío.’

Dícele Jesús: ‘Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.’

Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro.

Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre. (Juan 20:19-31)

Una tradición dice que Tomas pensó que Jesús tenía un mellizo, que hasta ese momento había estado escondido.

Y que la supuesta resurrección era algún truco o plan de su mellizo.

Cosas que él sabía muy bien porque si tenía un hermano mellizo seguramente habían jugado de niños a este tipo de equívocos.

Y en muchas oportunidades lo habrían con fundido con su hermano y viceversa.

Por eso mismo, el ver y tocar las heridas, era la prueba de fuego para demostrar si en realidad era la misma persona que había muerto en la cruz.

Jesús les había mostrado a los discípulos sus heridas en la primera aparición que relata Juan 20: 20.

Pero ahora Tomas pide meter el dedo en la llaga del costado para verificarlo completamente y con sus propios sentidos.

Esta duda de Tomás ha sido común en la historia a través de la teoría del sustituto en la crucifixión.

La mayoría de los musulmanes creen que Jesús fue levantado al cielo y otra persona parecida a él fue crucificada en su lugar.

Y predomina la idea de que el sustituto haya sido Judas Iscariote.

También en Japón en un pueblo conocido como Shingo, se festeja el 10 de junio la muerte de una persona que ellos dicen que fue el verdadero Jesús.

Jesús no habría muerto en la cruz crucificado sino que el que murió fue su hermano mellizo Isukuri.

Y Jesús escapó de los romanos llevando las orejas cortadas de su hermano y un mechón de pelo de la Virgen María.

Se aposentó en el norte de Japón donde vivió hasta los 106 años.

Se casó con una mujer llamada Miyuko y tuvo tres hijas.

Su nombre japonés era Daitenku Taro Jurai y era cultivador de ajo y arroz.

Su tumba es un lugar de peregrinación bastante conocido.

Estas tradiciones nos llevan a el tema de porque Jesucristo no fue reconocido fisonómicamente de inmediato por sus seguidores cercanos.

Recordemos que después de su resurrección, ni María Magdalena ni los discípulos que caminaban hacia Emaús lo reconocieron de inmediato.

Esto es raro porque a los mellizos por lo general se les reconoce y se les confunde con facilidad.

Pero parecería que el aspecto físico de Jesús haya sido muy diferente del que tenía, aunque lo suficientemente cercano para que fuera reconocido en un segundo momento por sus gestos.

De modo que no se puede considerar que haya tenido el aspecto físico de un mellizo.

Nuestra Señora le entrega a Santo Tomás su cinturón antes de su Asunción

UN SANTO PARA NUESTRO TIEMPO

La duda de Tomás nos lo muestra como un santo típico de nuestros tiempos escépticos.

Donde incluso dentro de la iglesia se duda de la verdad de las palabras que Jesús pronunciócuando vivía en la Tierra y que fueron reproducidas en la Biblia.

Y esto aumentado con sucesos dentro de la iglesia, que hacen dudar de su santidad a unos cuantos fieles.

Como por ejemplo el escándalo de los abusos de sacerdotes y los intensos desacuerdosactuales entre Cardenales y entre Obispos.

Y también las noticias de declaraciones de Cardenales Obispos y hasta del propio Papa que cuestionan elementos importantes de la doctrina católica y que no se sabe si son noticias falsas o verdaderas porque quedan en el aire.

En esta época de dudas y pesimismo es fácil perder la esperanza y mellar la confianza en nuestra fe y la lealtad.

Pero Santo Tomás nos dio un modelo de conservación de la fe a pesar de las dudas.

Que es buscar comprobaciones sobre la autenticidad de nuestra fe en vez de reaccionar sumariamente por noticias escandalosas.

El tema de hoy es prevenir que el escepticismo se interponga en el camino de la confianza y de la fe.

Estamos en una época en que estos escándalos y cuestionamientos sobre la fe van a ser cada vez más comunes en la medida que crece la apostasía.

El punto sería acercarse a Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento y preguntarle sobre las dudas.

Poner a prueba frente a Él nuestro escepticismo, para que Él nos conteste, y ver si podemos responder como Santo Tomás “Señor mío y Dios mío”.