El jefe de la policía de la ciudad de Buenos Aires, Guillermo Calviño pasó un mal momento durante un acto de egresados de la policía de esa ciudad debido a que los agentes realizaron una protesta en medio del evento en relación a su disconformidad ante el inminente traspaso de la Fuerza Federal a la policía local.
El acto comenzó con la intervención del ministro de Seguridad de la ciudad a quien los agentes escucharon atentamente. Pero al momento del discurso del jefe de la Policía Federal local, Guillermo Néstor Calviño fue interrumpido por abucheos por parte de los agentes, donde no faltaron insultos.
La tensión comenzó cuando una suboficial comenzó con el reclamo y desde las filas recriminaron la negativa de traspaso a cada una de sus provincias de origen y que su destino final sea la policía local.
Las palabras de la joven se escucharon claramente en un estado de nerviosismo y llanto donde expresó: «Yo quiero volver a mi provincia, quiero ser escuchada, estoy orgullosa de ser Policía Federal y si volviera a nacer lo volvería a ser».
Tras las palabras de la joven, sus pares rompieron en aplausos como un gesto de apoyo a sus palabras a lo que agregaron «corrupto, vendiste a la Policía Federal». Ante semejante despliegue, el jefe Calviño intentó continuar con su discurso pero le resultó imposible y debieron suspenderlo.
Es que los efectivos llegan a la instrucción de la Policía Federal para luego pedir el traspaso a sus lugares de origen para prestar servicio. Pero las nuevas disposiciones del Gobierno Nacional deja sin opciones a los agentes federales y su único destino es la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, siendo éste uno de los principales reclamos de los uniformados.
Otro de los motivos que genera tensión al interior de la fuerza es que actualmente son tres los jefes. Por un lado Néstor Calviño, como jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de la Policía Metropolitana, Horacio Giménez y jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, todos asignados por el presidente Macri, excepto Calviño que se auto nombró como jefe.
El malestar surge debido a que este traspaso produce conflictos de jerarquías y de sueldos entre las filas de las fuerzas, además del control de otros temas por fuera del entorno.
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