La filial neozelandesa del gigante de alimentos y cosméticos Unilever, anunció que a partir de este mes de diciembre y por un período de 12 meses, comenzará una prueba piloto e implementará la semana laboral de cuatro días, sin recortes salariales para aquellos de sus 81 empleados en el país que se quieran adherir a la iniciativa. Dependiendo de los resultados en Nueva Zelanda, Unilever podría introducir la semana de cuatro días para sus 155.000 trabajadores a escala global.

«Los empleados participantes de Unilever Nueva Zelanda mantendrán sus salarios al 100% mientras trabajan el 80% del tiempo», indicó la empresa, subrayando que los trabajadores contarán con flexibilidad para determinar «cuándo y cómo trabajarán mejor dentro de la nueva estructura». La empresa espera que sus empleados tengan una mayor productividad si se les permite una mayor flexibilidad.

El director gerente de Unilever Nueva Zelanda, Nick Bangs, reconoció que la alteración de las prácticas laborales habituales a raíz del impacto de la pandemia de Covid-19 ha servido de impulso para la introducción de la semana laboral de cuatro días.

«Nuestro objetivo es medir el rendimiento en función de la producción, no del tiempo. Creemos que la antigua forma de trabajar está desactualizada y ya no es adecuada», declaró Nick Bangs. «Este es un momento emocionante para nuestro equipo, una forma de validar el papel de catalizador que el COVID-19 ha desempeñado en la transformación de las prácticas en el mundo laboral», dijo Bangs.

La primera ministra Jacinda Ardern había presentado en mayo la posibilidad de cambiar a la semana de cuatro días para ayudar a reactivar una economía lastrada por las restricciones impuestas por el coronavirus, que incluyeron un confinamiento de siete semanas.

En este sentido, la compañía indicó que, a pesar de que inicialmente el ensayo de la jornada laboral de cuatro días se limita a Nueva Zelanda, estudiará la posibilidad de evaluar su impacto a nivel más amplio de cara al futuro.