El tiempo corre pero las soluciones no aparecen. Cada día que pasa, es un día más que pone a Sancor contra las cuerdas. Se propagan las protestas en distintas plantas del interior, las negociaciones para auxiliar a la empresa láctea se detienen, la empresa no produce, y miles de familias, de al menos tres provincias, enfrentan una fuerte crisis económica y social. Sancor enfrenta, por estos días, una situación crítica.

En medio del caos, el gobernador Miguel Lifschitz convocó a una reunión de urgencia a los fines de reclamar que se cumpla el acuerdo para que el Estado nacional ayude con 450 millones de pesos a la firma, a cambio de una reestructuración.

Intendentes y presidentes comunales de las localidades afectadas y referentes de todos los bloques políticos de la Legislatura provincial están invitados a participar del encuentro que se llevará adelante en sede de Gobernación, desde las 11.30.

El plan de salvataje

Hace unas semanas, el gobierno nacional, la empresa y el gremio de los trabajadores lácteos, Atilra, habían acordado un auxilio financiero a la cooperativa a través del Fondear a cambio de que la firma buscara un socio y saneara sus operaciones. El gremio aceptaba resignar temporalmente un 15 por ciento del salario de los trabajadores y suspender por seis meses el cobro de un aporte extra que hacen las empresas desde 2009, entre otras cosas.

No obstante, las soluciones duraron poco y las cosas volvieron a complicarse. Según denunció el secretario general de Atilra, Héctor Ponce, el gobierno cambió de idea y en vez de respetar la suspensión del aporte extra por seis meses acordada previamente, pidió directamente eliminarlo y abrir el convenio colectivo para flexibilizarlo.

“El propio centro de industria lechera, donde se nuclea al resto de las empresas, está estableciendo reglas de juego extorsivas que tienen a Sancor como rehén, y quieren que los trabajadores paguen el rescate”, remarcó Ponce.

Por su parte, el ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, objetó que «la discusión por los cambios en el sector no pueden tener sólo un sesgo laboral sino que deben incluir la transparencia de la comercialización, la concentración y el rol de las grandes cadenas».

En definitiva, señaló, la posición del Gobierno provincial es que la discusión sea desdoblada: «La urgencia es salvar a Sancor y preservarla como cooperativa, con todos los cambios que sean necesarios en su sistema de gestión», dijo. La discusión más general sobre la actividad, opinó, «debe darse en una segunda instancia, con la cooperativa adentro y no sólo orientada a lo laboral».

Contigiani pidió al Gobierno nacional y el gremio flexibilizar sus posiciones. «De Sancor dependen cuatro mil trabajadores en forma directa pero otros 22 mil en forma indirecta, su crisis es la de las economías de decenas de localidades santafesinas y cordobesas», cerró.

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