Del total de diez postulantes para ocupar el cargo de la Fiscalía Regional 2ª, de Rosario, sólo tres «superaron ampliamente las pautas de evaluación» y quedaron al tope del orden de mérito en el concurso para ocupar la titularidad de la delegación local del Ministerio Público de la Acusación.

El Concejo de la Magistratura informó que el actual fiscal de Flagrancia de Rosario, Patricio Serjal Benincasa, resultó primero en el orden de mérito; mientras que los fiscales de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta y Miguel Salvador Moreno resultaron segundo y tercero, llegando así al tramo final de la evaluación, según lo disponen los artículos del concurso destinado a determinar quién será el nuevo Fiscal Regional de la 2ª Circunscripción.

Las evaluaciones determinaron que el mejor posicionado de la terna había remarcado en este último tramo que pensaba que era «indispensable fortalecer la Unidad de Violencia contra la Mujer, un delito en el que las víctimas se encuentran en una gran situación de vulnerabilidad», ya que en algunos casos las víctimas han sufrido maltrato sistemático durante años. «El común de la gente lo asocia con un golpe, pero en muchos casos el maltrato no es sólo físico», aseguró a sus evaluadores.

En consecuencia, de esos tres postulantes surgirá el nuevo fiscal regional, ya que no hubo impugnaciones. Pro quien tendrá la ultima palabra será el gobernador Miguel Lifschitz quien elegirá a uno de ellos, aunque ya adelantó que va a respetar el orden de mérito que sugiere el veredicto del jurado.

Si bien todos los postulantes superaron las pautas de evaluación, el Consejo definió un orden de mérito por las impresiones de los postulantes para elevar una terna al gobernador. Así, la elección se definió «por rasgos muy finos».

El fiscal regional de Rosario es un cargo clave en el nuevo sistema de enjuiciamiento de delitos en la provincia. Se trata del jefe del Ministerio Público de la Acusación en una jurisdicción que abarca además los Tribunales de Cañada de Gómez, San Lorenzo, Casilda y Villa Constitución.

Entre otras funciones debe definir las prioridades en la persecución de delitos en el área de competencia. Su misión implica dirigir, coordinar y supervisar el trabajo de los fiscales, que en el sistema nuevo son los encargados de la investigación criminal.