La polémica se abrió ayer, cuando una agrupación neonazi fue partícipe de una reunión en Casa Rosada que convocó el subsecretario de la Juventud, Pedro Robledo. Sin embargo, el dirigente en cuestión aclaró hoy que el partido neonazi Movimiento Bandera Vecinal que dirige Alejandro Biondini “no fue invitado” a Casa de Gobierno.

«No fue invitado. Cuando llegaron (los dirigentes del movimiento de Biondini, Gastón Rama y Gabriel Kloster) se presentaron como un partido vecinal y quienes estaban en la recepción cometieron el error de darles paso como si hubiesen sido invitados. Les vendieron sanata», explicó hoy Robledo en Radio 10.

«A mí Biondini ni me va ni me viene», respondió el dirigente del PRO cuando le preguntaron si se sintió ‘engañado’ por el líder del partido neonazi; y agregó que le «duele mucho que se haya usado una iniciativa muy buena, como fue unir a las juventudes, para cerrar la grieta», para generar esta situación.

«Yo ayer también puse en las redes el cronograma oficial donde se observa que este partido no había sido invitado», añadió Robledo, cuando le recordaron que Biondini tuiteó: «Muy bueno. Foto Casa Rosada se ve a nuestros dirigentes Gastón Gama y Gabriel Kloster (cabecera) en reunión juventud».

Por su parte, Biondini ratificó en dos oportunidades la «invitación». Cuatro horas más tarde de su primer tuit subió fotos dentro de la Casa de Gobierno con la leyenda: «Bandera Vecinal en Casa Rosada, invitada a la reunión de Juventudes Partidarias».

En tanto, Robledo insistió hoy en que «en ningún momento un partido democrático como nosotros aceptaría comportamientos de ese tipo». Ayer, el jefe de Gabinete Marcos Peña, recibió a los presidentes de los órganos de juventudes de todos los partidos, llamó a «achicar la brecha de edad entre el promedio de la sociedad y de la dirigencia» y afirmó que «la democracia es dialogar y negociar, a veces acordar y otras no».

En el Salón Sur de la Casa Rosada y junto a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, Peña dijo que «nunca una opinión diferente nos puede separar de una mesa de trabajo», en una reunión a la que faltaron representantes de La Cámpora y del Partido Obrero.