Una buena noticia da respiro a una Italia devastada. El terremoto producido la madrugada de este miércoles ha dejado más de dos centenares de muertos y se ha cebado especialmente con los niños. Según publica ElMundo.es, la víctima más joven ha sido un bebé de tan solo ocho meses de edad y por desgracia no ha sido la única. Pero, a pesar de los momentos trágicos de las últimas horas, también se han conocido historias de esperanza. Como la de Giorgia, una niña de ocho años rescatada de entre los escombros de su casa en Pescara del Tronto después de 16 horas.

En tanto, a poco más de 24 horas después del gran seísmo de magnitud 6 que dejó al menos 241 muertos en la localidad de Amatrice, la tierra ha vuelto a temblar, esta vez, con una fuerza menor: 4,3, según el Instituto Italiano de Geofísica y Vulcanología citado por la agencia EFE. La gente ha comenzado a correr a lugares abiertos y los agentes de seguridad y médicos se han movilizado en las inmediaciones del parque municipal, donde miles de vecinos permanecen desde el miércoles. Ha durado apenas unos segundos, pero ha despertado el miedo en la gente.

El rescate de la niña fue llevado adelante por los bomberos quienes lograron rescatarla cerca de las 20 horas después de haber aislado lo que había sido su habitación. Giorgia se encontraba al lado del cuerpo sin vida de su hermana, de 10 años, que no pudo sobrevivir al seísmo.

«Espero que a Giorgia le queden pocos recuerdos de lo sucedido, mejor dicho,espero que lo olvide todo», ha dicho a la  agencia ANSA Angelo Moroni, el bombero que la rescató de entre las ruinas de su casa. «Tuvimos que escarbar con las manos durante horas. Fue una gran alegría el poder salvarla, me quedo con eso», ha añadido Moroni con los ojos empañados por las lágrimas.

Giorgia había permanecido sepultada durante prácticamente todo el día en uno de los puntos más devastados de Pescara del Tronto. Junto a ella, los voluntarios encontraron el cadáver de su hermana. Los padres fueron hallados vivos.

«Giorgia reaccionó bien, nada más salir pidió beber», ha contado Moroni a la agencia italiana al tiempo que narraba los pormenores del rescate de la niña: «Cuando los equipos de rescate percibieron su respiración, trabajaron con mucha delicadeza. En ese momento no razonas. Continúas durante horas sin sentir sed o fatiga. Sólo hemos estado seguros de que se salvaría cuando la hemos subido sobre la camilla y los médicos se la han llevado».

Foto: Gentileza Elmundo.es

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Lucha contrarreloj contra los sobrevivientes

Cientos de socorristas seguían excavando intensamente este jueves entre los escombros de pueblos enteros en el centro de Italia, en busca de sobrevivientes tras el sismo que causó la muerte de al menos 241 personas.

La cifra de muertos fue rectificada oficialmente por la Protección Civil a mitad jornada ya que inicialmente se había informado de 247.

Los equipos de rescate no pierden la esperanza de rescatar con vida personas bajo el cúmulo de piedras y desechos en las poblaciones montañosas arrasadas por el terremoto.

Las autoridades han informado que las tareas de búsqueda se detendrán sólo cuando estén seguras de que no se pueden localizar más personas.

El balance de muertos no deja de aumentar y de los 150 de la noche del miércoles se pasó a 241. Pero la cifra puede seguir subiendo, porque en esas aldeas, con poblaciones de 300 a 500 personas, reciben en este periodo del año a numerosos familiares y turistas, que buscan un clima más templado en pleno verano.

Los desaparecidos, una incógnita

«En Amatrice contamos ya más de 200 muertos», aseguró desconsolado Sergio Pirozzi, el alcalde de la localidad del Lacio, que quedó prácticamente borrada del mapa.

La Protección Civil italiana divulgó al mediodía un  balance con 270 personas hospitalizadas y unos 1.200 damnificados.

Se teme por la vida de los huéspedes del célebre e histórico Hotel Roma de Amatrice, que estaba completamente ocupado por una fiesta tradicional en honor de la creación hace 50 años de la receta de espaghetti a la «amatriciana».

En honor de la receta con salsa de tomate y tocino están surgiendo numerosas iniciativas de solidaridad por parte de cocineros y dueños de restaurante de todo el mundo con la población de Amatrice.

Según un responsable de la Protección Civil, Luigi DAngelo, el dueño del hotel informó que muchos de sus clientes pudieron escapar después de haber sentido a las 03H36 de la madrugada del miércoles la primera y larga sacudida, que duró más de dos minutos.

En Arquata del Tronto, otra de las localidades arrasadas, el alcalde Aleandro Petrucci lanzó un llamamiento a los sobrevivientes que se fueron, para poder completar el conteo.

Los equipos de rescate italianos trabajaron sin descanso durante toda la noche, con temperaturas por debajo de los diez grados que alcanza en verano esa región montañosa.

Decenas de réplicas, más de cien, se sintieron toda la noche, entre ellas una particularmente fuerte, a las 05H20 (03H20 GMT), que causó más desprendimientos, según el testimonio de periodistas de la AFP.

Miles de voluntarios y cuerpos especializados escrutan con cuidado los restos y cúmulos de piedras para detectar cualquier rastro de vida, por pequeño que sea.

Los bomberos recuerdan que el último superviviente del terremoto de LAquila en 2009 fue rescatado 72 horas después de la catástrofe.

Una española entre las víctimas

La región, a sólo 160 kilómetros de Roma, es lugar de paso de turistas, por lo que se teme encontrar muertos de varias nacionalidades.

La embajada española confirmó la muerte de una joven de 25 años, casada con un italiano que en cambio sobrevivió.

El miércoles, después de más de quince horas de arduo trabajo, los bomberos italianos pudieron extraer viva una niña de unos diez años.

Georgia, cubierta completamente de polvo, permaneció impasible en los brazos de su salvador, entre aplausos y lágrimas, según las imágenes de la televisión italiana. La hermana pequeña fue hallada muerta.

Decenas de residentes y turistas pasaron la noche en tiendas de campaña o en sus coches.

Prevención, el objetivo

El día después de la tragedia, entre la desolación y la sorpresa, surgen numerosas preguntas sobre el alto precio que pagó Italia, y por ello sobre la calidad de las construcciones.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, reconoció el miércoles las enormes dificultades para proteger tantos pueblos y ciudades con valiosos centros históricos, construidos hace siglos.

Expertos, historiadores y arqueólogos van a ser desplegados por toda la península para evaluar el patrimonio y establecer un calendario de obras de prevención, para impedir que pueblos localizados en zonas de alto riesgo sísmico desaparezcan por un temblor.

«Nosotros, los geólogos, desde hace años pedimos que se desarrolle la cultura de la prevención, porque se pueden evitar estas tragedias», declaró el presidente del colegio de geólogos, Francesco Peduto.

Este jueves, el Consejo de Ministros de reunirá para decretar el estado de emergencia en las zonas afectadas por el terremoto.

«Será necesario realizar un trabajo serio y continuo», prometió Renzi, quien espera evitar los errores cometidos tras el terremoto en 2009 de Lacquila, cuya controvertida reconstrucción se convirtió en un negocio lucrativo para muchos.