El presidente Mauricio Macri calificó como «un paso adelante» el acuerdo impositivo cerrado este mediodía con los gobernadores, pero en los discursos de celebración de funcionarios y mandatarios provinciales obviaron decir quiénes deberán dar un paso atrás: los jubilados.

Para financiar el impacto que tendrá en la caja del Anses el reparto total de lo recaudado por el Impuesto a las Ganancias entre las provincias —hasta ahora un 20 por ciento iba para jubilaciones—, la actualización de los haberes previsionales pasará a ser ajustada por inflación de manera trimestral, según confirmaron tras la firma del acuerdo. La indexación del cálculo, según recomendaciones del FMI, permitirá un «ahorro fiscal» de entre 50 y 100 mil millones de pesos.

En el acuerdo con los mandatarios provinciales también se habló de asegurar el 82 por ciento móvil para quienes tengan 30 años de aportes efectivos, pero no sobre el salario en actividad sino sobre el salario mínimo vital y móvil. Si la propuesta avanza significaría, de acuerdo al salario mínimo acordado por el Gobierno y la CGT, 8200 pesos en julio de 2018. Un tercer punto del acuerdo firmado reitera el compromiso de continuar la negociación para eliminar «las inequidades generadas por los regímenes de jubilaciones de privilegio».

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, agregó en conferencia de prensa que se buscará que los aumentos indexados sean «por encima de la inflación», de acuerdo a un pedido de los gobernadores. De todas maneras, la nueva fórmula de cálculo aún debe ser «plasmada» en las iniciativas que darán forma al acuerdo «conceptual», explicó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, lo cual no aclara cómo serán las cuentas que elevarán las jubilaciones por «encima de la inflación».

Desde 2009, la fórmula combinaba el aumento salarial y la suba de la recaudación del Anses para ofrecer dos aumentos anuales. Ese cálculo permitió que desde su primer año de implementación, a excepción de 2014 y 2016, una mejora en los haberes. Si se compara la formula actual con la de indexación, las jubilaciones estarían 1000 pesos por debajo del monto actual en caso de aplicarse la nueva fórmula en el mismo período.

«Como se va a derogar el artículo 104 de la Ley de Ganancias las jubilaciones hubieran mostrado una fuerte caída en 2018. De ahí la necesidad de moverse hacia una fórmula que tome el índice de precios para preservar el real de las jubilaciones», argumentó el ministro de Hacienda.

Dujovne se refiere a la caída de la recaudación que registrará el Anses al eliminarse el artículo que le aseguraba al fondo jubilatorio un 20 por ciento de la recaudada por el impuesto a las Ganancias, algo así como 111 mil millones, según calculó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

En la actualidad, el impuesto a las Ganancias se coparticipa en un 64 por ciento. Del 36 por ciento restante, ahora reciben 2 por ciento a Ministerio del Interior, 4 las provincias sin Buenos Aires, 10 la Provincia de Buenos Aires con un tope de 650 millones de pesos. Ese tope fue lo que llevó a la gobernadora María Eugenia Vidal a reclamar ante la Corte Suprema, mientras que las provincias de Santa Fe, Córdoba y San Luis habían recurrido al máximo tribunal para recuperar su parte de la coparticipación.

El acuerdo para eliminar el tope del Fondo del Conurbano se cerró con la propuesta de que se coparticipe el 100 por ciento de lo recaudado, afectando así los fondos de la Anses, que el Gobierno prometió que cubrirá con el Impuesto el Cheque, pero esa gravamen será eliminado en 2022. Así, la sustentabilidad del fondo de jubilaciones entra en peligro a partir del acuerdo alcanzado hoy entre el Gobierno y los gobernadores.