Dos soldados del Ejército ucraniano murieron y otros tres resultaron heridos en enfrentamientos con los separatistas pro rusos en el este de Ucrania, y ya suman más de 2.700 los efectivos muertos desde el inicio del conflicto en 2014, según informó el Ejército en Kiev.

A la muerte de efectivos militares de hoy se suman las bajas ocurridas la semana pasada en la capital ucraniana y en el este del país en ataques adjudicados a separatistas pro rusos en momentos en los que rige un alto el fuego en la zona de conflicto.

Sin embargo, los principales enfrentamientos de las últimas horas se produjeron en Svitlodarsk y Gorlovka, en la región de Donetsk, donde los separatistas utilizaron lanzagranadas prohibidos y artillería pesada.

El viceministro de Defensa ucraniano, Iván Rusnak, aseguró que las bajas entre las fuerzas armadas superan 2.700 y más de 10.000 resultaron heridos.

Rusnak aseguró, en un seminario en Kiev, que la situación en zona del conflicto, que abarca parte las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, ambas fronterizas con Rusia «sigue siendo difícil, pero controlable».

«Los signos de cierta estabilización que se observan están relacionados con los acuerdos alcanzados en Minsk para un alto el fuego desde el 1 de abril del año en curso», dijo el «número dos» de Defensa.

El viceministro indicó que «en el este de Ucrania fueron destruidas infraestructuras sociales, de transporte y energía. La gente se quedó sin puestos de trabajo. Según cálculos preliminares, las pérdidas son de alrededor de 50.000 millones de dólares».

Rusnak denunció que Rusia, a la que Ucrania acusa de agresión, desplegó un contingente militar de 60.000 hombres en «los territorios ocupados de las regiones de Donetsk y Lugansk, Crimea (anexionada por Moscú en marzo de 2014) y a lo largo de la frontera ucraniana».