Grupos de cristianos y musulmanes rendirán este sábado homenajes al sacerdote asesinado en una iglesia en Francia, mientras la investigación avanzaba con el arresto de un hombre vinculado al brutal ataque yihadista.

Dos personas, el primo de uno de los asesinos y un refugiado sirio, seguían el sábado en detención preventiva, cuatro días después del asesinato del cura Jacques Hamel, de 85 años, que fue degollado mientras celebraba misa. El ataque, el primero contra un religioso católico, fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).

Al mismo tiempo, una fuente cercana a la investigación reveló que un menor de 17 años, que había intentado ir a Siria con uno de los autores del ataque, fue detenido en Ginebra pocos días antes del atentado, después de que volviera a intentar viajar.

Por ahora, sin embargo, «nada demuestra que tenga una implicación» en el atentado», advirtió la fuente.

Una serie de manifestaciones y homenajes tendrán lugar ete sábado en todo el país en memoria del padre Jacques Hamel.

En el centro de Lyon (este), la segunda ciudad de Francia, los representantes musulmanes organizaron una «marcha de la hermandad» y en una iglesia de Burdeos (suroeste), se celebrará una ceremonia ecuménica.

En Saint-Etienne du Rouvray, la localidad donde tuvo lugar el ataque, se hará un funeral de plegarias en la otra iglesia de la ciudad, situada al lado de la mezquita local. El viernes, fieles musulmanes y cristianos rezaron juntos en la iglesia y en la mezquita Yahia.

El Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) invitó a los fieles a presentarse en las iglesias durante el momento de la misa. La Conferencia Episcopal Francesa (CEF) pidió a las parroquias que los acogieran de manera «fraternal».