Por Fabrizio Turturici

Las inundaciones dejaron un saldo que hiere de gravedad al campo santafesino. Uno de los sectores más golpeados es el lechero, que “atraviesa la peor crisis de su historia”, en palabras de Marcelo Aymaro, titular de la Mesa de Lechería de Santa Fe.

En diálogo con Conclusión, Aymaro explicó que “la situación es compleja no sólo por los golpes climáticos sino por las medidas macroeconómicas que adoptó el gobierno de Mauricio Macri. Esta conjunción hace que mil tambos peligren hoy en la provincia de Santa Fe”.

Haciendo un claro retrato del panorama, el titular de la mesa lechera abundó: “Los tambos que no están bajo agua se encuentran con un veinte por ciento de producción por debajo de lo normal. Entre las inundaciones y la rentabilidad, las expectativas no pueden ser buenas”.

Existen mil tambos en situación crítica, lo que representa 5.000 puestos de trabajo en peligro

En este marco, la empresa Sancor se expresó con preocupación sobre el tema tras decir que “durante los últimos años se verificó la conjunción de problemas económicos y productivos que golpean duramente al normal funcionamiento de la cadena lechera y afecta por igual tanto a productores como industrias”, sostuvo.

Siguiendo por la misma línea, Aymaro argumentó que “al no existir reglas claras del juego, el impacto es realmente terrible. La quita de retenciones y la inflación pegó fuerte al tambo, sin sumarle dos golpes climáticos en menos de un año”.

Cuesta encontrar soluciones a esta problemática. El propio titular de la mesa lechera santafesina confiesa que “hace mucho tiempo que el sector no tiene un buen pasar. Nuestra realidad es cíclica: vivimos de crisis en crisis por no tener un reordenamiento de la economía, donde los eslabones dominantes (comercio e industria) hacen lo que quieren. Con estas reglas de juego marchamos sobre vaivenes: cuando falta leche cobramos bien, cuando sobra nos pagan una miseria”.

Desde abril pasado hasta la fecha, cerraron 400 tambos sólo en Santa Fe, dejando a 1.600 trabajadores directos en la calle

El reclamo que realizan los productores a las autoridades es claro, aunque pocas sean las respuestas que reciben en cada acercamiento. Según Amaro la única manera de sobrevivir a esta crisis es con una asistencia económica. “Si no lo hacen, vamos a desaparecer”, advierte.

“Perderemos nuestras casas y nuestros trabajos, en medio de campos anegados donde hemos perdido hasta las reservas. Esos tambos tardan en volver a ponerse en actividad a los ocho meses, entonces sin plata no hay solución”, añadió.

“Si a eso le sumamos los puestos indirectos, como los recolectores de leche y la industria, que también corre, el daño es inconmensurable”. Está en juego el 5% de leche del país: hoy se están perdiendo casi dos millones de litros diarios en la provincia de Santa Fe.

Está en juego el 5% de leche del país: hoy se están perdiendo casi dos millones de litros diarios en la provincia de Santa Fe

Los productores lecheros intentan alzar la voz en medio de la nebulosa: “Es una catástrofe y  debemos salvar al sistema productivo. El problema es extraordinario, por ende requiere soluciones extraordinarias por parte del poder ejecutivo nacional”.

Por último y respondiendo a la pregunta de si el gobierno está predispuestos a tenderles una mano, Aymaro respondió que “nosotros seguimos a la espera. Se habrían otorgado 400 millones, pero creemos que es insuficiente. Nosotros hicimos el cálculo de que para salvar a los productores se necesitaban 9.500 pesos por cada vaca; mientras que un tambo cuenta con doscientos animales”.