Una reciente recopilación de datos y porcentuales, llevada a cabo por la Federación Gremial del Comercio e Industria de Rosario, pone la lupa sobre la inflación en nuestro país.

Y coloca a la Argentina, “cualquiera sea la estimación de precios que se tomé”, con una de las tasas inflacionarias más altas de Latinoamérica y el mundo.

En 2016, la tasa de inflación argentina fue cinco veces la de Brasil y Uruguay (6,6% y 8,1%, respectivamente).

Señala también el trabajo que la Argentina vive un proceso inflacionario que desalienta el ahorro y perjudica las decisiones de consumo, producción e inversión. Las mediciones oficiales realizadas por el Indec fueron interrumpidas en diciembre de 2015 y nuevos datos fueron dados a conocer a partir de mayo de 2016.

Relevamientos similares, como el IPC de la Ciudad de Buenos Aires, estimaron para Diciembre de 2016 un incremento de 1,2% mensual y en comparación con igual mes del año anterior un crecimiento del 41% en los precios.

Brusco ascenso

Dice luego que “la inflación ha experimentado, en los primeros meses del año, un brusco ascenso debido al ajuste en el tipo de cambio y  la quita de subsidios a las tarifas que impactaron sobre el nivel de precios de la economía argentina. Cualquiera sea la estimación de precios que se tomé- agrega-, hoy la Argentina tiene una tasa de inflación entre las más altas de Latinoamérica y el mundo. En 2016, la tasa de inflación Argentina fue cinco veces la de Brasil y Uruguay (6,6% y 8,1%, respectivamente).

Depreciación del peso

El trabajo de Fecoi también refiere a la comparación peso/dólar, y en tal sentido señala que la depreciación del peso, desde comienzo del año, fue del 13,7% y acumuló en los últimos doce meses una caída del 21,5% en su valor.

Tal baja del peso respecto de la moneda estadounidense, según la entidad gremial empresaria, se debe a una combinación de factores internos y externos, entre los cuales menciona el deterioro de las condiciones económicas locales como consecuencia de una alta inflación, sumado al escaso nivel de reservas del Banco Central y la situación económica de nuestros principales socios.

Las reservas en descenso

Con respecto a la baja de esas reservas, recuerda que desde el año 2010, cuando el nivel de reservas alcanzó los 52 mil millones de dólares, y luego de ocho años ininterrumpidos de crecimiento, el stock de divisas comenzó a descender en 2011, a pesar de la aplicación sobre finales de ese año de restricciones a la compra de divisas.

En el 2016, el principal elemento que explica el aumento de las reservas –dice finalmente-  es el endeudamiento del BCRA con entidades extranjeras, sumado al aumento de las liquidaciones del sector agrícola que impulsó la baja en las retenciones y un tipo de cambio más alto.