En el marco del Día Mundial de la No Violencia hacia la Mujer, miles de rosarinas se movilizaron este sábado por la tarde desde la Plaza Montenegro hacia las escalinatas del Parque España.

Diversas organizaciones sociales, políticas y gremiales, se hicieron presentes para marchar por un mismo reclamo. En declaraciones con Conclusión, Majo Gerez, referente del colectivo feminista, expresó la importancia del sentido de lo que se conmemora, que no sólo refiere a la violencia física, sino a la violencia en todos sus aspectos. «Es una fecha que nos permite pensar, visibilizar y luchar contra todos los tipos de violencia a las cuales estamos expuestas las mujeres, y en este sentido no es solamente contra los femicidios, sino también los distintos aspectos en los cuales las mujeres estamos en desventaja con los varones».

En tal sentido, destacó: «Hay diferencias históricas entre hombres y mujeres en el rubro del trabajo, en un contexto donde hay una inminente reforma laboral que acaba de cerrar en donde el espíritu de la ley atenta contra los derechos de las trabajadores, y en esta desventaja histórica, lamentablemente vamos a quedar totalmente expuestas y en peores condiciones». Y agregó: «Es un fin de año donde se están discutiendo los presupuestos y estamos pidiendo que si realmente se jerarquiza la problemática de la violencia a la cual estamos expuestas, debería haber presupuesto acorde para trabajar la problemática, necesitamos un compromiso real de parte de todos los funcionarios».

En cuanto al movimiento de mujeres, Gerez manifestó que desde hace tiempo «viene demostrando ser el movimiento social más dinámico, en el sentido de la capacidad de convocatoria, como también en los amplios niveles de unidad que viene generando en el conjunto del grupo popular. En donde todas las mujeres, travestis y lesbianas de los distintos espacios sociales y políticos, son protagonistas de un movimiento donde discutimos y construimos políticas de otra manera, muy diferente a la tradicional, y en donde le damos relevancia a como la violencia nos afecta. Lo personal también es político, y eso marca la diferencia».

«Hay mujeres que vienen, se acercan, y encuentran en el movimiento de mujeres un lugar para expresar lo que viven, las violencias que sufren. Sería más que interesante que los gobiernos tomen notas de las prácticas y dispositivos que venimos generando para combatir la violencia, que se pueden institucionalizar y de eso se pueden generar políticas públicas», concluyó.