Las reservas de divisas de un banco central no son sólo una acumulación de valor monetario. Por encima de todo, ofrecen garantías iniciales para afrontar situaciones de cualquier índole e incluso proveen cobertura en casos de emergencias económicas en el país.

El país con más reservas es China. Su entidad emisora dispone el equivalente, al cambio, de 3,2 billones de dólares. Casi el tamaño de la economía alemana, la cuarta del planeta. El ranking:

1. China: 3,162 billones de dólares.
2. Japón: 1,205 billones de dólares.
3. Suiza: 785.700 millones de dólares.
4. Arabia Saudí: 486.600 millones de dólares.
5. Hong Kong: 437.500 millones de dólares.
6. India: 397.200 millones de dólares.
7. Corea del Sur: 385.300 millones de dólares.
8. Brasil: 358.300 millones de dólares.
9. Rusia: 356.500 millones de dólares.
10. Singapur: 279.800 millones de dólares.

De estas cifras oficiales se deduce que la acumulación de divisas en países como China, con sus extraordinarios flujos exportadores de bienes, Japón, con su industria electrónica vendiendo por todo el mundo o los ingresos procedentes del petróleo en el caso de Arabia Saudí les otorga un salvavidas financiero importante para afrontar inestabilidades. Son mercados dominantes en sectores concretos que les reportan múltiples ingresos del exterior.

Pero también sorprende el escaso stock monetario de EEUU, de apenas 44.000 millones de dólares, teniendo en cuenta que su deuda soberana supera los 21 billones de dólares, por encima del tamaño de su PIB. Un riesgo latente, pese a que el acceso de la mayor economía del mundo a los mercados financieros en el exterior tiene una excelente garantía de solvencia. Sobre todo, porque las principales agencias de rating han rebajado su calificación sobre EEUU de su tradicional triple A, la máxima nota de sus diagnósticos, precisamente por el creciente repunte de los pagos a los que tiene que hacer frente el servicio de deuda del Tesoro americano.

Fuente: Diego Herranz- Público