Por Aldo Battisacco desde Tucumán

La senadora electa Cristina Fernández de Kirchner visitó Tucumán y cerró el “Encuentro de Mujeres Peronistas” que se desarrolló en El Cadillal, Provincia de Tucumán. Durante su exposición enfatizó que «parece que el problema son los jubilados, son los trabajadores, son los titulares de la AUH» y solicitó al gobierno nacional dar el debate de las reforma laboral, previsional y tributaria de cara a la sociedad y no a espaldas al pueblo en una sesión exprés en el Congreso.

La ex mandataria ratificó ante la multitud que “se leía el compromiso de las mujeres peronistas militantes del NEA y del NOA y hablaba de recuperar y defender derechos que fueron conquistados en los gobiernos de Perón y de Evita o en los gobiernos que nos tocara encabezar desde el 2003, realmente sentí que debía estar aquí para reafirmar mi compromiso frente a todos y todas y cada uno de los que están aquí de que vamos a defender como siempre lo hemos hecho los derechos de los trabajadores, de los jubilados, de los estudiantes, de los comerciantes, de los pequeños y medianos empresarios. Pero a pocos días de asumir una vez más como legisladora nacional, quiero decirles algunas cosas porque en esta Argentina como recién decía Bety, donde de repente se quiere esconder bajo el pomposo nombre de reformas lo que son lisa y llanamente pérdidas de derechos”.

Seguidamente, recordó su paso por el parlamento y cual fue su conducta durante ese tiempo al decir que fue “doce años legisladora nacional hasta asumir como presidenta de todos y todas las argentinas. En esos 12 años me tocó escuchar hablar de reforma laboral y de intentar tratarlas en el parlamento. Los que creen que hoy nos oponemos a la reforma laboral, les quiero recordar que siempre nos hemos opuesto a la reforma laboral, que simplemente es quitar derechos a los trabajadores».

Sobre los intentos de reforma laboral que le cupo tratar en senadores, Cristina dijo que “nos opusimos a la reforma del 98 y después en el año 2000 cuando se quiso hacer la segunda reforma más conocida como la Banelco, llevada a cabo por la Alianza. Recuerdo los fundamentos de aquella reforma. Se decía que era para aumentar la producción, el trabajo, para hacer descender el trabajo en negro”. “

«No hay mejor garantía de crecimiento económico, no hay mejores posibilidades en una sociedad donde sus trabajadores y trabajadoras tengan derechos y buenos salarios. Éste es el fundamento del crecimiento económico”, apuntó Cristina.

“Me acuerdo que cuando decía estas cosas me miraban algunos entonces compañeros, más tarde opositores. Recuerdo una compañera sentada al lado de mi banca que me decía ‘Vos hablás así porque no tenés la responsabilidad de ser gobierno’ y yo le dije ‘Ya te vas a acordar porque vamos a ser gobierno y vamos a demostrar que los derechos de los trabajadores no perjudican un proceso económico, al contrario, lo ayudan a crecer, a ser más robusto’. Cuando yo me oponía lo hacía desde el ejercicio de las convicciones, de lo que habíamos leído que era el ejercicio del peronismo.

Y añadió recordando a quien fuera su compañero de la política y de la vida, Néstor Kirchner, que «cuando un hombre del sur llegó al gobierno y en la Argentina, después de dos reformas laborales teníamos 2 dígitos de desocupación, casi 25%, el 50% de los trabajadores en la Argentina estaba en negro, había explotado la deuda externa y el país estaba en default. Mientras tanto, en todos esos años se habían aplicado esas teorías que hoy nos quieren presentar como nuevas y como la solución a los problemas que creó este gobierno con sus políticas”.

La flamante senadora por Unidad Ciudadana denuncio que “éste es un régimen macrista. En el régimen macrista, las normas no son las de la Constitución, no son las del derecho laboral, no son las del Estado de Derecho, es esto, un régimen”.

Para luego agregar que esa “era la Argentina que recibíamos en el 2003 y pasaron 12 años donde no se le quitó ningún derecho a los trabajadores, al contrario, se restituyeron derechos, volvieron las paritarias, convenciones colectivas de trabajo, salario mínimo, vital y móvil. Además incluíamos a los millones de argentinos y argentinas que habían quedado a la vera del camino sin derecho a una jubilación o una pensión porque había perdido el trabajo o porque patrones inescrupulosos no le habían aportado o porque cuando llegás a los 40 ó 50 años y perdés el trabajo, no los conseguís más. Con derechos redujimos el trabajo en negro al 32% y la desocupación a 5,9%, la más baja desocupación de los últimos 25 ó 30 años. La verdad que lo hicimos en un contexto donde teníamos que pagar la deuda que nos habían dejado los gobiernos anteriores y había sido defaulteada”.

Respecto de que voluntad y deseo anida en este gobierno. La ex presidenta expreso que “todo lo hicimos sin quitar derechos. ¿Porque es solamente que somos buenos y ellos son malos? No, no se trata de bondad o maldad. Simplemente mis queridos compatriotas, mis queridas compañeras, sabemos que esas políticas conducen a resultados nefastos. ¿Por qué si nos hundieron en los ‘90 esas políticas, ahora nos van a salvar? Todo esto lo hicimos además en el marco del hostigamiento de los grupos mediáticos”.

“Todos los días nos decían que todo estaba horrible. En los gobiernos populares las crisis son inminentes, en los gobiernos neoliberales también el bienestar está por llegar, es inminente. Con nosotros nunca llega la crisis y con ellos nunca llega el bienestar”, marcó a la multitud.

“Los argentinos tenemos que discutir hoy un debate serio, abierto y participativo, de cara a la sociedad de las tres reformas que nos están ofreciendo. No queremos tratamientos exprés de las leyes”, advirtió.

“Hoy quiero decirles que faltan apenas 20 días para que se renueven las cámaras legislativas e ingresen los nuevos legisladores en el Senado y en la Cámara de Diputados. ¿Qué es este apuro repentino de tratar todo? ¿Miedo a quién y a qué si tienen la razón?”, acotó frente a la celeridad de parte del oficialismo para aprobar el paquete de leyes.

Tal vez con los legisladores que se van quieran aprobar una reforma sin discutirla y a espaldas del pueblo. Es necesario abrir ese parlamento y discutir las leyes que se tratan, porque se trata de la vida de ustedes. No es sólo la reforma laboral sino también la previsional. Esto va a afectar no solamente a los que están jubilados, sino a todos”.

“Como les dije aquella vez, no venían por mí, venían por ustedes”, les recordó a los presentes.

“Esta reforma previsional que quiere cambiar la fórmula para pagarles a ustedes afecta a millones de argentinos y argentinas. El pueblo quiere saber de qué se trata la reforma previsional, la laboral y la reforma tributaria. Son tres patas del mismo proyecto que apunta a destruir derechos, a quitar derechos y garantías de nuestros trabajadoras y van a afectar la vida de todos ustedes”.

“La reforma también los va a afectar a ustedes porque hoy un jubilado está percibiendo aproximadamente el 57, 62 por ciento o un poco más tal vez de cuando estaba en actividad. ¿Qué es lo quieren? Esto fue escrito y aconsejado por el FMI en su última visita. Quieren que esa tasa de redistribución pase al 37 por ciento. Esto no lo van a ver en ningún diario, ni lo van a escuchar en ninguna radio, ni mirar en ningún canal de televisión pero es la vida de todos ustedes la que se va a debatir en el parlamento argentino», les informó a la inmensa cantidad de mujeres del norte argentino.

En el mismo sentido, Cristina hizo una recomendación: «No dejen que lo hagan a puertas cerradas, lo que tenemos que hacer es exigir un debate amplio porque el peronismo y sus aliados tienen la obligación de debatir esto”.

“No es hora de enfrentamientos o discusiones inútiles, nos quieren envolver en peleas entre nosotros, no le voy a dar el gusto a nadie. Que no me vengan con Cristina sí o Cristina no. Venime con trabajadores sí o trabajadores no. No me jodan más. Que no me vengan con Cristina sí o Cristina no. Venime con jubilados sí o jubilados no. Que no me vengan con Cristina sí o Cristina no», arengó Cristina Fernández de Kirchner.