Por Aldo Battisacco

El presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) y vicepresidente primero de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), Edgardo Form visitó recientemente Rosario en el marco de un programa propuesto por su persona y adoptado por el Consejo de Administración del instituto, que se propone realizar dos visitas por año en cada una de 8 filiales que lo constituyen para tratar temas propios del ámbito cooperativo.

Según el dirigente del cooperativismo, la charla que se desarrolló en la sede Rosario del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos «tuvo por objeto destacar la vigencia y la importancia de la economía solidaria en el contexto de la realidad Argentina y del mundo».

Para ofrecer al lector la dimensión que anida en la cosmovisión del asociativismo solidario, Conclusión dialogó sobre el tema con Edgardo Form, quien precisó que la convocatoria en el IMFC de Rosario se llevó adelante bajo «el lema que el cooperativismo ayuda a la construcción de un mundo mejor», y seguidamente agregó que para garantizar esta consigna, con los presentes «se dio tratamiento de los problemas del mundo contemporáneo desde la perspectiva que ofrece la concepción y las herramientas que expresan la economía solidaria».

Entre los datos que ofrecen una postal desconocida para el común de los habitantes, el referente de la economía democrática aportó que «según registros de la Alianza Cooperativa Internacional, hay mil millones de personas que son parte o están asociadas a la actividad cooperativa del mundo, y constituidas por voluntad de sus miembros para resolver necesidades concretas», destacó.

Consultado acerca de cuál fue la participación del cooperativismo en el último lustro, el dirigente sostuvo que «desde 2012 (Año Internacional de las Cooperativas) se gestó un plan desde Naciones Unidas que entre uno de sus objetivos busca darle mayor visibilidad a los logros del cooperativismo. También !existe un Observatorio Mundial dependiente de la Alianza Cooperativa internacional que registró recientemente que la riqueza producida por las 300 cooperativas más grandes del mundo es equivalente a la séptima potencial mundial», precisó.

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Edgardo Form, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos

«Uno de los logros alcanzados en Argentina -relató Edgardo Form- es que hay 500 mil personas que trabajan en cooperativas en relación de dependencia o trabajadores asociados autogestionados, que aportan el 10% del PBI (producto bruto interno)».

Entre los objetivos que se fijó en Buenos Aires el congreso del sector en 2012, «fue poder ampliar ese aporte, que a posteriori redundó en la creación de empleo y trabajo decente», seguidamente aclaró «que las cooperativas se desenvolvieron en términos favorables al ser acompañadas por una normativa en un contexto económico social que permitió el desarrollo y la consolidación del mercado interno», precisó.

Form caracterizó que «un nuevo escenario se presentó a partir de la asunción del presidente Macri, ya que ofrece algunos interrogantes y acechanzas», y agregó que «por este motivo el movimiento cooperativo está encarando un esfuerzo concentrado en fortalecer la integración para afrontar los desafíos del contexto local e internacional»

En relación a como se visualiza la participación de las cooperativas en la década del noventa, por algunas similitudes que en materia económica se perciben similares en el presente, el titular de IMFC expuso que como respuesta «por diversos motivos en los medios de comunicación el tema pasa desapercibido y se ignora que hay 7 millones de argentinos que hoy tienen luz eléctrica por el trabajo de las cooperativas», no obstante «con el estallido provocado por la sobredosis neoliberal de 2001, hubo una proliferación de cooperativas de trabajadores autogestionadas que originó la sensación que las cooperativas eran las ambulancias del sistema capitalista para asistir a quienes quedaron marginados de la historia, pero también corresponde decir que en Argentina hace 120 años que hay cooperativas», reseñó.

«En general los medios hegemónicos del pensamiento único, delatan la existencia de las cooperativas cuando se registra alguna irregularidad y aprovechan para denostarlas, algo que parece pasar desapercibido en empresas de tinte capitalista que tienen cuentas of shore en Panamá u otros paraísos», señaló el referente cooperativista.

Además, Form profundizó su mirada y advirtió que «en el tratamiento mediático y político del actual gobierno se habla de la pesada herencia en la que incluyen un supuesto clientelismo de aquellos que conformaron cooperativas en el marco de la crisis, sin embargo, a partir de 2003 la gestión dio nacimiento a una política de creación de cooperativas, y el programa Argentina Trabaja incorporó a una parte de la población sumida en una profunda pobreza y los acercó a la cultura del trabajo».

Seguidamente, rescató que «esto no quedó allí, porque calificó mediante la capacitación y la capitalización de experiencia laboral a los jóvenes», para luego afirmar «que esta intervención fue tomada responsablemente por el Estado, porque el mercado no lo resuelve», y aseveró «que esto facilitó la inclusión que dio lugar a la creación de cooperativas porque hubo políticas públicas de integración social», describió el representante del cooperativismo.

A renglón seguido, el presidente del IMFC manifestó su preocupación al revelar que «hoy no existen certezas sobre el destino que tendrán las cooperativas. A pesar que hay cooperativas preexistentes de gran dimensión empresarial que son parte del movimiento cooperativo pero que no tienen gravitación política como las empresas que persiguen como todo fin el lucro porque se asocian en función de sus intereses».

Sobre esto último, Form analizó que «el sector más popular de las cooperativas adolece de un grado de integración que permita incidir sobre organismos del Estado para influir en la instauración de nuevas políticas públicas», puesto que «si el movimiento de la economía social no se integra, corre el riesgo de que políticas negativas que emerjan por parte del actual gobierno,  quede afectado seriamente ante algunas hipótesis que encuentran sustento en datos objetivos de la realidad», indicó.

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Centro Cultural de la Cooperación, CABA

Conclusión consultó al dirigente acerca de como desde sus espacio se motiva a los ciudadanos para que adopten la idea o la iniciativa de constituir cooperativas para satisfacer necesidades propias de la vida y no apelar a figuras que ofrece el sistema capitalista, contestó «que en circunstancias como las actuales en las que la capacidad adquisitiva del salario se ve vulnerado por políticas de mercado, el ejemplo más emblemático lo ofrece la constitución de una cooperativa de consumo que mejoraría la condición de compra de artículos de la canasta familiar para atender los requerimiento esenciales de una familia».

Porque «a diferencia de los supermercados que son formadores de precios, la cooperativa de consumo atiende como prioridad las necesidades de las personas, el ejemplo fue el Hogar Obrero, que hoy se dedica a la construcción de viviendas o la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca que posee 120 sucursales y 1 millón y medio de asociados por comprar directamente al productor, descartando la cadena de intermediarios que le agregan costos artificiales a los productos que se comercializan».

Form, amplió su mensaje detallando que las «evidencias están a la vista con la innumerable cantidad de cooperativas que a lo largo y ancho del país proveénn servicios de telefonía, agua, gas, y trabajo calificado, que fueron gestadas la iniciativa de sus asociados antes que el Estado que cubrieron necesidades que los privados deshecharon porque no obtienen las ganancias que buscan».

Por último, Edgardo Form explicitó que «se está trabajando en función de un proyecto que permitirá asociar a pequeños productores a los que se les pueda garantizar que sus productos tengan continuidad, calidad y condiciones para exportar y abastecer al mercado interno. Esta actividad se difunde por medio de canales, radios y publicaciones de cooperativa que reflejan el grado de inclusión social y desarrollo personal de los miembros que conforman estos espacios de la economía social y democrática», concluyó el titular del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.

Nota vinculada: Cooperativa Obrera