El juez federal Ariel Lijo envió hoy a juicio oral al ex vicepresidente Amado Boudou y a otros cinco imputados en la causa por la compraventa de la ex Ciccone Calcográfica.

Por el mismo caso, fueron enviados a juicio el titular de The Old Fund, el abogado Alejandro Vandenbroele; el empresario y amigo de Boudou, José María Nuñez Carmona, el exjefe de Gabinete del Ministerio de Economía Guido Forcieri, el exjefe de asesores de la AFIP Rafael Resnick Brenner y el antiguo dueño de la empresa, Nicolás Ciccone.

Lijo rechazó las oposiciones a la elevación a juicio planteadas por las defensas y dispuso declarar clausurada la etapa de instrucción: ahora, sólo queda que se sortee el Tribunal Oral

Federal que intervendrá en el juzgamiento de Boudou y demás imputados.

Boudou está considerarlo autor de los delito de cohecho pasivo en concurso ideal con negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública.

El 18 de agosto de 2016 el fiscal federal Jorge Di Lello ya había establecido que un tramo de la causa debía ir a juicio oral y público, en tanto que debía seguir siendo investigado aquello vinculado con la ruta del dinero por la compra de la gráfica.

En diciembre, el fiscal volvió a requerir que parte de la causa fuera a juicio oral y público, pero entonces se opusieron las defensas, lo que este martes fue rechazado por la Sala I de la Cámara Federal, que habilitó a Lijo a firmar ahora la elevación a juicio.

Según establece la acusación, la maniobra delictiva comenzó con la firma de un multimillonario contrato para adjudicar a la ex Ciccone Calcográfica, hoy «Compañía de Valores Sudamericana», la impresión de billetes de moneda nacional.

Ese contrato se firmó en 2012 cuando Boudou ya había asumido la Vicepresidencia, y él -según la Fiscalía- «desplegó su influencia» para facilitar, las maniobras de «adquisición de la empresa Ciccone Calcográfica» y su posterior «habilitación para contratar con el Estado Nacional».

Dos años antes, se habría perpetrado –según la Justicia- el cambio de manos de la exCiccone Calcográfica, al quedar el 70 por ciento de las acciones a manos de The Old Fund, cuya cara visible era Vandenbroele.

En ese sentido, la sospecha es que Boudou como funcionario público se hizo a través de Vandenbroele del 70 por ciento del paquete accionario de la firma Ciccone Calcográfica y para ello «contó con la colaboración» del resto de los acusados.

La causa judicial se inició en 2012 y al ser citados como testigos Ciccone y su yerno, Guillermo Reinwick, refirieron que Boudou participó de un encuentro con ellos en las oficinas del

canal Telefé el 29 de julio de 2010, y luego de otro el 1 de septiembre del mismo año en el restaurante I Fresh Market,mientras se estaba definiendo la venta de la ex-Ciccone Calcográfica.

Otra de las pruebas contra Boudou fue que habría frustrado mediante gestiones una serie de créditos para que la Casa de laMoneda se hiciera de máquinas modernas para la impresión de billetes, permitiendo así el desembarco en el negocio de la ex Ciccone.

A la par de que Boudou va a juicio en esta causa, actualmente está siendo sometido a un proceso oral por falsedad ideológica al haber insertado datos falsos en la documentación de un vehículo marca Honda que compró en 1993.

Pero sobre Boudou también pesan otras investigaciones: una de ellas es la que tiene el juez Lijo por presunto enriquecimiento ilícito y en la cual en los próximos días se prevé que sea entregado un peritaje de los expertos contadores de la Corte Suprema con resultados poco favorables al ex vicepresidente.

También es investigado por dádivas al haber viajado en diciembre de 2011 a un acto político en Necochea, primero en un avión de una firma privada y luego en un helicóptero, esta última de una empresa proveedora de servicios del Estado.