Por Facundo Díaz D’Alessandro

“Nos queremos aferrar a viejas soluciones porque con ellas fuimos felices, nos sentimos parte de una gran Nación que nos contenía, queremos volver 70 años para atrás pero en la historia nunca se vuelve para atrás, como en la vida, el desafío es pensar cómo llegamos al futuro y dejar de lamentarnos por lo que no hicimos, por lo que no supimos hacer, o por lo que hicimos mal. El pasado nunca tiene arreglo”. La definición pertenece a Oscar Lamberto, presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN).

El presidente de la Auditoría General de la Nación brindó una conferencia en el Teatro de Empleados de Comercio de Rosario y habló mano a mano con Conclusión.

El dirigente, histórico del Partido Justicialista (PJ) santafesino, tiene una larga trayectoria en la política, con más de 20 años en el Congreso de la Nación (fue diputado y senador; presidió varias comisiones respectivas a su especialidad en finanzas públicas) e incluso un paso por la Secretaría de Hacienda en 2002, lo que le otorga sustento a su perfil de político técnico (es contador público egresado de la UNR con especialidad en asuntos presupuestarios y financieros).

Lamberto pasó por Rosario para brindar una charla en el Teatro de Empleados de Comercio y accedió a un diálogo exclusivo con Conclusión en el que se explayó sobre las necesidades y fantasmas actuales en Argentina y el mundo, en momentos de «cambios vertiginosos». Además, esbozó un análisis descarnado de la actualidad del peronismo y del gobierno actual, e incluso trazó escenarios posibles para las elecciones a Gobernador en Santa Fe, en 2019.

– ¿Cuál es su labor en la AGN?

– En la AGN, que es el cuarto organismo constitucional de la Nación,  soy el presidente. Es el máximo cargo, y corresponde al principal partido opositor. Es un honor muy grande así como una tremenda carga y gran responsabilidad, por la función que cumple la AGN, que es controlar al Sector Público para un uso eficiente, económico y eficaz de los recursos públicos.

– ¿Como se trabaja en un organismo como la AGN, y en general, en un momento en que la corrupción, como mal transversal a partidos, instituciones e incluso poderes, ha minado la fe de la ciudadanía en la política?

– Sostengo que la corrupción es el cáncer de la democracia, corroe las instituciones, hace perder la fe y genera desigualdades económicas irreparables, no puede haber un modelo posible si no termina con la corrupción; y los peronistas tenemos que dejar claro que no tenemos nada que ver con la corrupción. Si alguien considera que es buena que se busque otro partido. El peronismo tiene que estar emparentado con la decencia.

«La corrupción es el cáncer de la democracia, no hay modelo posible que la contemple»

En la visión de Lamberto la “autocrítica” es necesaria en los partidos, sobre todo de cara un «futuro complejo», no sólo argentino sino mundial. “El mundo actual es raro, se dan cambios brutales y, sobre todo en los últimos quince años, a una velocidad vertiginosa. Lamentablemente la nación en la que fuimos felices, hace 60, 70 u 80 años atrás no existe más y hay que pensar en cómo llegamos al futuro y no pensar en lo que no hicimos, no supimos hacer o hicimos mal. El pasado no tiene arreglo”. 

“La sociedad argentina, por su parte, tiene complejidades, está fragmentada política y socialmente, y pensar en viejas soluciones, viejos paradigmas, puede ser un error.

Hoy hay más de un millón de personas que ni estudian ni trabajan y no tienen contención en ningún lado, un plan social es decir ‘te pagamos para que no jodas, no me asaltes, no me mates pero vas a seguir siendo igual, no tenes chances de jugar en nuestra sociedad’, es imposible construir una nación si uno no tiene un proyecto que permita que en la mesa se sienten todos”, aseguró el auditor general.

Y valoró que “la grandeza de Perón fue ver el mundo que venía, preguntarse cómo incorporar el mundo del trabajo a ese mundo nuevo y futuro”.

“No es inevitable que un partido desaparezca, aunque perduren las ‘ideas fuerza’; es probable que los dos partidos tradicionales del país desaparezcan, al menos que cambien”, advirtió Lamberto.

Diagnóstico y desafíos

El ex diputado, senador y secretario de Hacienda nacional, considera que las decisiones políticas necesarias “son totalmente distintas a las que toma el Gobierno hoy”. Y pone como ejemplo la presunta obsesión del Ejecutivo nacional por bajar la inflación. “En el mundo sólo cinco países tienen inflación, y no hay que irse a mirar muy lejos, en la región no hay inflación (salvo Venezuela). Pero es negocio seguir teniéndola. En ese contexto se dan aumentos tarifarios. Gobiernan gerentes por primera vez, no hay diferenciación del espacio económico y político».

«Hoy nos gobiernan gerentes por primera vez, no hay diferenciación del espacio político y el económico»

Y añadió: “Argentina produce poco, debe aumentar la producción para reducir verdaderamente la pobreza. Apostar a integrar el país, volver a tener ferrocarriles para hacer competitivas las economías regionales, marcar la presencia de la nación en el territorio, habitar el país. Hay un conurbano y una capital superpoblados. Esto además le generó a Buenos Aires un poder tremendo. Allí funcionan los bancos, donde se lava el dinero del narcotráfico que equivale a 500.000 millones de dólares por año, un PBI.

También deben plantearse cambios en la educación, se confunde educación con los sueldos de los maestros (que por otra parte cobran poco en comparación con otros países desarrollados). Debemos preguntarnos qué aprenden los chicos, por qué no quieren ir a la escuela, los que más la necesitan son lo que más abandonan, el futuro es la inteligencia y Argentina tiene futuro, deben tomarse las decisiones correctas.

«El futuro es la inteligencia y Argentina tiene futuro, deben tomarse las decisiones correctas»

Además existen las nuevas formas de comunicación, geolocalizada, personal, direccionada, que se nutre del cambio en los ejes culturales de la sociedad. Los desafíos son muy grandes.”

– ¿Cómo hace Argentina para ‘salir del laberinto’ en este mundo tan complejo?

– Hay que tener claro el objetivo, no hay viento propicio si uno no sabe dónde ir. Después acomodar las fuerzas políticas para lograrlo, es una doble tarea de objetivos y organización, si tenés una pero no la otra no sirve, es necesaria una tarea de construcción, el desafío es juntar gente, charlar, conocernos, el arte de la construcción de la política.

– ¿Cómo ve proceso actual que atraviesa el peronismo?

– Está como un hormiguero que lo patearon, y están todos como las hormigas dando vueltas hasta que encuentren una conducción que las ordene y vuelvan al hormiguero. Es la etapa de la dispersión, es necesario empezar el debate, para construir los cuadros, líneas de mando y propuestas.

«El peronismo está en la etapa de la dispersión; es necesaria una tarea de construcción política»

– ¿Esa visión debe trascender el  “2019”?

– El 2019 es una etapa, hay que afrontarla, pero el peronismo tiene que construirse no para una elección sino para gobernar y transformar la Nación, la cuestión no es cuántas bancas más o menos, si no que proyecto de país podemos llevar adelante o no.

– ¿En qué situación encuentra al PJ santafesino?

– Creo que en Santa Fe, el peronismo tiene como hace mucho no tenía, una posibilidad cierta de ganar la provincia, hay buenos candidatos y las otras fuerzas están divididas, si hacemos las cosas bien podemos ganar.