Nuevas voces, una especialista en derechos de las infancias y otra en toxicología, advirtieron que la decisión de cadenas de supermercados y comercios minoristas de presentar a aguas saborizadas como «sidra sin alcohol» y, en algunos casos, disponer sus envases -poblados de motivos infantiles- junto a bebidas alcohólicas de alta graduación ocurre en un contexto sanitario en el cual la ingesta de alcohol se inicia a edades cada vez más tempranas.

«El (abordaje del) consumo problemático (de alcohol) es una responsabilidad de todos, no solo a través de políticas públicas orientadas a la prevención y la atención, sino generando mayor sensibilización en la población, sobre todo en la que cuida a niños. Por tal motivo, todo aquello que de alguna manera promueva directa o indirectamente el consumo de alcohol no está bien», reflexionó Marisa Graham, defensora de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Nación.

Una primera advertencia fue dada el miércoles pasado por parte del Foro de Sociedades Científicas Argentinas de Organizaciones de la Sociedad Civil y de Universidades, el cual señaló que las «sidras sin alcohol» -en rigor, bebidas saborizadas- presentadas bajo etiquetas de dibujos animados de «tanques» cinematográficos como Minions, Frozen, Toy Story, Cars, Mickey y hasta Papa Noel constituye una «publicidad engañosa» por venderse en las góndolas junto a las bebidas alcohólicas.

«Dado que el consumo de alcohol durante la niñez y la adolescencia puede perturbar el curso del desarrollo de ciertas regiones cerebrales, debido a la mayor vulnerabilidad del cerebro en estas etapas, no se debe promocionar y promover su consumo en esos grupos etarios», indicó en esa oportunidad el Foro.

La descripción «sidra sin alcohol» no se encuentra impresa en el envase de las bebidas, sino que fue incorporada por grandes y pequeños comercializadores en el etiquetado de góndola, en sus catálogos impresos de productos y ofertas y en sitios web. Esos mismos productos aparecen así descriptos en plataformas de comercialización como MercadoLibre.

Consultada, Graham sostuvo que «es bastante difícil saber si hay o no publicidad engañosa en este caso, porque por lo que pudimos ver del packaging de la botella no se incluye la palabra ‘sidra’. El problema es que los supermercados o las páginas que venden por Internet este producto le agregan ‘sidra sin alcohol’ y lo ponen en las góndolas junto con las bebidas alcohólicas».

La defensora remarcó que la palabra «sidra» se asocia con «alcohol» -independientemente que no lo tenga-, sumado al uso de dibujos animados «genera controversia», ya que, no puede haber propagandas que puedan incitar a los chicos a consumir alcohol.

En ese sentido, el artículo 6 de la Ley Nacional de Lucha contra el Alcoholismo N| 24.788 indica: «Queda prohibida toda publicidad o incentivo de consumo de bebidas alcohólicas, que sea dirigida a menores de 18 años».