Organizaciones sociales, partidos de izquierda y agrupaciones del denominado sindicalismo combativo marcharon este jueves por el centro porteño y convergieron en Plaza de Mayo, donde realizaron un acto en el que reclamaron incrementos salariales y exigieron a las centrales obreras que convoquen a «un paro activo de 36 horas».

La protesta se dio en el marco de una jornada signada por movilizaciones y marchas que comenzaron en la mañana, cuando otro colectivo de organizaciones sociales realizó un «Polentazo» en el Obelisco, con el propósito de reclamar la sanción de una ley de emergencia alimentaria.

La CTEP, la CCC, Barrios de Pie, el Frente Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) organizaron en las inmediaciones del Obelisco una asamblea en la que se analizaron medidas de protesta.

«La devaluación pega a los más pobres y nosotros representamos a los trabajadores más pobres de la Argentina. Hacemos una asamblea para definir un plan de lucha, para expresar que tiene que haber un aumento importante de jubilaciones y salario», señaló en declaraciones a la prensa el secretario General de la CTEP, Esteban «Gringo» Castro.

Cerca del mediodía, el Polo Obrero y Barrios de Pie realizaron un corte total de la avenida 9 de Julio, frente al Ministerio de Salud y Desarrollo Social, para que la ministra del área, Carolina Stanley, los recibiera.

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Esta protesta ocasionó dificultades en la circulación del tránsito en el centro porteño y la interrupción en el servicio del Metrobus que circula por la avenida 9 de Julio. Frente a los manifestantes se desplegó un operativo policial y se produjeron algunos forcejeos, pero no se registraron detenciones.

 

Sin embargo, la diputada nacional de Izquierda Socialista Mónica Schlotthauer denunció que efectivos policiales le arrojaron gas en el rostro cuando intentaba «disuadirlos de la represión a los manifestantes», según voceros de ese espacio.

Tras concentrase en el Obelisco, integrantes de las agrupaciones del sindicalismo combativo y militantes de los partidos que integran el Frente de Izquierda-Unidad marcharon hacia la Secretaría de Trabajo, donde estaba prevista una convocatoria del Consejo del Salario que se reprogramó para el viernes 30 de agosto.

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«Esta es una marcha para hacer lo que deberían hacer las centrales sindicales como la CGT y las dos CTA. Es denunciar que Alberto Fernández no constituye una alternativa al ajuste del gobierno de (Mauricio) Macri», señaló Claudio Dellecarbonara, dirigente del gremio que representa a los trabajadores del Subterráneo de Buenos Aires.

Durante el acto en Plaza de Mayo los oradores reclamaron el «no pago de la deuda externa» y la ruptura del acuerdo con el FMI. Además se exigió la reapertura de paritarias y la puesta en marcha de una cláusula gatillo que actualice las jubilaciones y pensiones frente a los aumentos de precios que se produjeron como consecuencia de la devaluación.