Los expertos de las Universidades de San Diego y de Arizona (EE.UU.) llevaron a cabo una prueba en la que constataron hasta qué punto se calienta el habitáculo de diferentes tipos de coches mientras están estacionados bajo el sol o en la sombra de un día bastante caluroso.

La sobrecogedora conclusión fue la siguiente: un animal puede morir en un periodo de una hora si se queda en el interior de un coche en verano, incluso si el vehículo está bajo la sombra.

Para fines de realizar el experimento, los científicos tomaron como muestra seis vehículos estacionados; dos turismos, dos sedan y dos minivan todos de color plateado, dejados al sol y a la sombra por diferentes horas durante todo el día. En los días escogidos (estivales) la temperatura osciló en una media exterior de 37 grados. Luego de una hora de exposición, las temperaturas dentro de los coches alcanzaron los niveles mostrados a continuación:

Temperaturas medias en el automóvil tras una hora estacionado.

Temperaturas medias en el automóvil tras una hora estacionado. (Temperatura en el exterior: 37 grados. Cifras en grados Celsius) – Gráfico: Gizmodo en Español.

Para tener una idea más clara, una superficie a unos 69 grados basta como para freír un huevo, aniquilar bacterias o provocar quemaduras de tercer grado en una persona. Mientras que el tipo de vehículo utilizado supone una sola diferencia y es la velocidad a la que se alcanza tales temperaturas.

Explicado desde otro punto de vista, si un ser vivo se queda dentro de un coche al sol podría producir un aumento de la humedad del aire por la transpiración, esto dificultaría más que el organismo disipe el calor. Pero si la temperatura es mayor que los 40 grados (conocido como golpe de calor) el riesgo de muerte también se eleva y es inmediato si no se atiende de forma rápida.

Para llegar a ese nivel no hace falta que la temperatura del aire llegue los 40 grados, puede suceder al impedir que el organismo se enfríe en temperaturas ambientales mayores a los 36 grados por un periodo prolongado.