Meng Meng, una hembra de oso panda del zoológico de Berlín, cuyo embarazo fue confirmado la semana pasada, dio a luz el pasado sábado a dos oseznos gemelos, los primeros nacidos en cautiverio en Alemania, anunció el parque este lunes (2.09.2019): «Meng Meng y sus dos crías están bien», anunció el director de la institución, Andreas Knieriem, citado en el comunicado.

Dado que en el caso de gemelos, por regla general los pandas sólo crían a uno de los cachorros, el zoo de Berlín, en estrecha colaboración con los expertos chinos del Chengdu Research Base of Giant Panda Breeding, ha decidido apoyar de manera activa a Meng Meng en la cría de sus oseznos.

Así, cada cachorro permanece con la madre de manera alterna a un ritmo de entre dos y tres horas; mientras el otro recibe cuidados en una incubadora por parte de los expertos chinos.

Un esperanzador primer análisis realizado a los oseznos -que nacieron el sábado por la noche, con una hora de intervalo, tras 147 días de gestación- ha permitido establecer un peso de 186 gramos y 136 gramos, respectivamente.

El sexo todavía no ha podido ser determinado. Y, físicamente, los pequeños todavía no se parecen a sus padres: son rosados, con un fino vello blanco y una cola desproporcionada.

«Solo existen 1.864 pandas gigantes adultos en la naturaleza y cada cría contribuye a la conservación de la especie», recordó Knieriem.

Meng Meng («Pequeño sueño») y el macho Jiao Qing («Pequeño tesoro») son los únicos animales de esta especie visibles actualmente en el país, y el nacimiento es una primicia para Alemania. La hembra fue inseminada artificialmente para aumentar las oportunidades de una fecundación, a pesar de que los dos animales se habían apareado.

La joven familia seguirá por el momento resguardada del público, a excepción del padre, Jiao Quing, que seguirá siendo una de las atracciones del zoo, ya que los machos por regla general no se involucran en la cría de los cachorros.

Meng Meng, de seis años, y Jiao Quing, de 9, viven en la capital alemana desde junio de 2017. En aquel momento, los dos plantigrados fueron presentados al público por la canciller Angela Merkel y el presidente chino Xi Jinping, en visita oficial.

El traslado a Berlín de estos pandas gigantes, considerados tesoros nacionales en China, se comprende como un episodio más  de la «diplomacia de los pandas» instaurada por Pekín para mantener buenas relaciones con sus socios, mientras se mantiene como propietario de los animales, «cedidos» a los zoológicos.

La institución berlinesa indicó entonces que había dedicado 9 millones de euros a acondicionar el habitáculo para estos osos, además de abonar anualmente un millón de dólares (890.100 euros) a un proyecto chino de conservación de estos animales, como parte del acuerdo con China.