Por Federico Morel

El correcto funcionamiento de la vida y la dinámica de los clubes de barrio, resulta de suma relevancia para realizar la principal tarea que poseen dichas instituciones en cada lugar donde se desarrollan: la contención.

Junto al Estado, los clubes deben mantener los valores que pregonan a través de los deportes que allí se realizan, de manera eficiente y respondiendo a las necesidades típicas y concretas de cada zona.

Durante los últimos cuatro años, las políticas económicas y sociales llevadas adelante por el gobierno nacional de Cambiemos, fueron en detrimento de las necesidades que los clubes de barrio debían sostener, fundamentalmente, en lo que respecta a los servicios y el mejoramiento de dichas instituciones.

 

Conclusión entrevistó a Rocio Bentos, miembro de la Red de Clubes de Rosario, quien contó la situación actual en la que se mantienen los espacios deportivos y sociales de la ciudad. Sobre la realidad de los clubes, la dirigente contó que «acaba de salir un informe, una estadística a nivel país, que se presentó desde la Universidad Nacional de Avellaneda, donde los datos que refleja de Santa Fe, como segunda provincia más encuestada, se acercan muchísimo a la realidad de todos los clubes. Rosario posee 400 de los 2000 clubes que existen en toda la provincia, con un alto porcentaje de déficit con deudas bastante considerables en lo que respecta a tarifas de servicios».

Sobre la ayuda que recibieron desde el Estado provincial, Bentos especificó: «Los clubes han tenido desde el 2016 el beneficio de un subsidio del 50% en luz y agua, servicios que están dentro de la órbita provincial. No así el gas que se paga 100% tarifa normal, sin ningún diferencial. Lo que ha traído muchas complicaciones. Algunos clubes de barrio muy chicos han prescindido de la red de gas natural y han vuelto a la garrafa. Otros clubes con pileta han tenido terribles dificultades, como concesionarios que se han ido porque las piletas dejaron de ser rentables y esos servicios quedaron en manos de los clubes, de sus comisiones directivas. Ha sido un proceso bastante crítico que arroja un resultado al cierre del año 2019 con un alto porcentaje de clubes en déficit».

Consultada sobre cómo afectó esta situación en la economía de las instituciones deportivas, Bentos dijo: «La realidad indica que el aumento, a lo largo de estos últimos 4 años, en lo que es tarifas de servicios, ha sido de un 3800% en cada uno de los servicios que se abonan. Los aumentos en las cuotas sociales de los clubes no superaron el 100%. Es decir que un club que en enero de 2016 tenía una cuota de $50, en diciembre de 2019 tuvo una cuota de $100. Y los clubes que tenían una cuota de $200 aumentaron a $400. O sea que hay un desfasaje importante entre la posibilidad de los clubes de aumentar la cuota social, que no fue grande porque tenemos que hablar de un contexto social en el cual la familia también pierde poder adquisitivo y lo primero que recorta es la cuota del club».

Y agregó: «Nosotros desde la Red de Clubes, hemos luchado mucho por contener a los niños, jóvenes, adultos dentro del club y eximirlos de la cuota, estudiar caso por caso, ir a buscar a los chicos que se iban para ver cual era la situación para ver si el club podía sostenerlo. Así que vimos que el 40% de la masa societaria que no abonaba la cuota societaria social y tuvimos que palear esa situación y sostener el club con los chicos adentro pese a ello. Así que era imposible aumentar la cuota. Si llevamos la cuota dependiendo del ingreso genuino con el gasto corriente, el aumento fue desproporcionado».

Este subsidio otorgado por el Gobierno Provincial fue de gran ayuda en un momento donde el Estado Nacional no solo estuvo ausente, sino que deterioro las posibilidades de que las instituciones crezcan a nivel estructural. «El 50% del subsidio ha sido una gran ayuda. Nosotros hemos dicho a lo largo de estos años y desde que se formó la Red de clubes, que esta ayuda fue importante, pero no ha sido suficiente porque nos faltó la ayuda a nivel nacional. Nosotros contamos con la ley 27098, que nunca fue reglamentada, donde esa ley prevé una tarifa social para los clubes que sería un 40%. Si nosotros hubiéramos logrado obtener los beneficios de esa ley, sumado a los beneficios que otorgaba la Provincia, hubiese sido realmente la ayuda que los clubes necesitábamos desde el Estado en esta situación crítica», mencionó la integrante de la Red de Clubes.

«Hoy lo que nos estamos planteando, con un cambio de gobierno en todos los niveles del Estado, es la continuidad de este trabajo, pidiendo que se sostengan las políticas públicas que benefician a los clubes, las que haya que mejorar que se mejoren, como por ejemplo el Plan Abre que está como proyecto de ley, porque tiene algunos ítems donde discrimina ciertas cuestiones, como ser la consideración del barrio como zona de riesgo o no. Hoy estamos en una situación muy compleja, incluso los clubes de barrios residenciales, donde también los niños de esa zona necesitan, tienen y deben ser contenidos», mencionó Bentos, sobre las verdaderas necesidades que entienden se necesita para favorecer la recuperación de los clubes.

Con respecto al Plan Abre, la dirigente miembro de la Red, explicó que «tiene que ser más amplio el Plan Abre y abarcar a toda la provincia sin distinción. Lo que está bien hay que sostenerlo y continuarlo y lo que necesita perfeccionarse debe ser perfeccionado. Por eso queremos llegar al dialogo con el nuevo gobierno provincial y ver que va a pasar con todo esto que nos preocupa, porque queremos seguir con los clubes abiertos y necesitamos saber cual es la idea con el gobierno que acaba de iniciar».

Y concluyó: «Los clubes son una parte del Estado, que están administrados por personas que no cobran por hacerlo y lo hacen de corazón con un sentido de pertenencia. Me gustaría que el Estado piense que pasaría si cerraran todos los clubes, como saldría a contener a esos miles y miles de niños, jóvenes y adultos que día a día transcurren en esos espacios. El Estado no podría hacerlo. Entonces creo que, si nosotros los dirigentes, estamos dando esta posibilidad de administrar y realizar esta tarea con amor, el Estado tiene que entender que los clubes son espacios fundamentales de contención dentro de una sociedad. Confiamos que, con este cambio de gobierno, tenemos que volver sobre esas bases y poner la discusión sobre la mesa y que por fin el Estado se haga cargo».