El amistoso que Israel y la Selección argentina iban a disputar el próximo sábado en Jerusalén quedó suspendido, luego de las protestas y críticas que recibió la delegación albiceleste en Barcelona.

La suspensión se decidió luego de evaluar las opciones de seguridad que iban a acompañar a la Selección en su llegada a Jerusalén, donde Messi iba a visitar, incluso, el Muro de los Lamentos.

Este martes por la mañana, en el entrenamiento de la Selección argentina en Barcelona, una protesta quemó camisetas albicelestes y llenó de sangre otras, ante la vista del presidente de AFA, Claudio «Chiqui» Tapia.

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El partido está previsto para las 15.30 del sábado en el «Teddy Stadium» de la mencionada ciudad israelí, donde estará en juego la Copa «70° Aniversario de Israel».

El «Teddy Stadium», donde se jugará el partido, está enclavado en una zona llamada Al Malha, parte de Jerusalén que está bajo control israelí desde 1948. Desde allí hasta la frontera con Gaza -epicentro del recrudecimiento del conflicto- hay menos de 70 kilómetros y en los últimos meses hubo una escalada fuerte de violencia, con decenas de muertos.

El cachet era de dos millones de dólares por la presencia de la Selección argentina, que ya fue pagado. El presidente de la Federación Palestina de Fútbol, Jibril Rajoub, anunció una «campaña contra la federación argentina, apuntando personalmente a Messi, que cuenta con decenas de millones de seguidores en los países árabes y musulmanes. Pedimos a todos que quemen las camisetas con su nombre y los carteles donde salga».

Además, el lunes, en todo este contexto, el embajador del Estado de Palestina en Argentina, Husni Abdel Wahed, insistió en el rechazo a la disputa del amistoso entre Israel y la Selección albiceleste en Jerusalén, y comparó: «Es como si nosotros celebráramos la ocupación de las Islas Malvinas».

«Este partido es como que nosotros celebráramos el aniversario de la ocupación de Malvinas, esto sería una aberración, una falta de respecto y una agresión al sentimiento del pueblo argentino. Nuestra esperanza es que el pueblo argentino y los integrantes de la Selección tengan conciencia del crimen del cual están siendo partícipes si juegan este partido en Jerusalén», afirmó.