Por Mario Luzuriaga

Se cumplen 35 años de la Guerra de Malvinas, uno de los hechos más tristes de nuestra historia. Más de 600 jóvenes murieron por defender nuestra patria y a su regreso fueron olvidados. Es por esto que el 2 de abril se recuerda a los ex-combatientes rindiéndole un merecido homenaje.

Hace 25 el dramaturgo rosarino Néstor Zapata montó el espectáculo «Malvinas, canto al sentimiento de un pueblo», un musical que relata la vida de tres amigos que combaten en las islas y los relatos de una madre y una novia que esperan la vuelta de esos chicos. Griselda Di Lorenzi, que en su momento interpretó a esta novia, dirige esta obra con mucha pasión y dialogó con Conclusión acerca de la misma.

—¿Cómo se prepara para la función del próximo viernes?

— No te puedo explicar lo que se siente, la obra se estrenó hace 25 años y fue la primera que homenajeó a los ex-combatientes mientras ellos transitaban un proceso de ocultamiento. El Estado no supo que hacer con 14.000 personas que estaban muy mal y no estuvo preparado para recibirlos. Néstor Zapata y Tito Buzzo tomaron la decisión de homenajearlos con esta obra que fue muy premiada. Ahora la situación diferente; es emotiva y pesada porque los ex-combatientes deciden solicitar el Monumento para que el espectáculo se presente allí.

—Cuentenos un poco sobre lo que se va a ver en «Malvinas, canto al sentimiento de un pueblo».

—Tiene cinco personajes, una es la madre «genérica» de todo muchacho, la otra es la novia, al igual que la madre; y por último tres amigos que salen juntos para la guerra. Se hace un paseo por la infancia, pasamos por esa inocencia absoluta de la adolescencia, en donde de buenas y a primeras, se le pone a un chico de 18 años un fusil, un casco y un saco para enviarlos a un ámbito desconocido. Durante el gobierno de facto, en las provincias del norte, se hizo una elección de una cantidad de personas que se mandaba a combatir. Rosario tiene más de un millón de habitantes y tiene sólo 8 bajas en combate y hay pueblos de la provincia de Corrientes de 2000 habitantes que tienen la misma cantidad de muertes. Todo eso fue horroroso desde el primer día y eso lo contamos en la obra y el hundimiento del Belgrano que se llevó la vida 323 chicos.

—¿Siente una gran responsabilidad al tomar la dirección de la obra?

—Es tremendo, al principio no quise hacerlo. Yo en su momento hice el papel de la novia y me sentía bien haciéndolo pero no podía dirigirla, pero Néstor me convenció. Al principio sentí que todo estaba mal hecho, pero con el equipo que tengo por suerte me ayudaron mucho. La puesta en escena para la obra del viernes es de Néstor Zapata.

—¿Hubo un contacto previo con los ex-combatientes a la hora de elaborar el texto?

—La obra no tiene una sola palabra librada al azar. Es de poco texto porque es un drama y musical y las canciones son compuesta por Néstor y cantadas por Lito Nebbia, cada palabra está dicha por un veterano de la guerra. Cuando Néstor y Tito se sentaron a escribirla fue en conjunto con ellos, no le mostraron un texto ya terminado. Cuando hace cuatro años tomamos el texto con este nuevo elenco, tuve que contactarme con los ex-combatientes para que tengan contacto con los actores y les cuenten sus experiencias.

—¿Qué es Malvinas para usted?

—Es una enorme parte de mi vida, pesada. Como mis hijos, mi familia y como los que amo y me quiebro al decirlo. Es una cosa con la que voy a convivir de por vida, es un trabajo de militancia, algo que me ha hecho crecer mi condición de argentina y de patriota. Malvinas es una enorme causa única en la que peleamos con una sola bandera, ni política ni religiosa.