El colectivo de artistas El Enredo intervino con un collage textil la fachada de la ex cárcel de mujeres, ubicada Ingeniero Thedy 375 bis, en la zona de Puerto Norte, como manera de recordar las injusticias y el hacinamiento sufrido durante la época en que este lugar estaba en pleno funcionamiento.

Falta de luz, de agua, de espacio para descansar y para cumplir con el rol de madre junto a sus hijos, son algunas de las malas condiciones a las que estaban expuestas estas mujeres privadas de su libertad en un edificio que, en principio, era una antigua comisaria y hoy se encuentra a un paso de su derrumbe.

La importancia de la memoria para este grupo de artistas es primordial y relevante por dos motivos fundamentales: que nunca se vuelva a repetir esta situación en contexto de encierro y, por otro lado, plantear la duda sobre que ocurren con estos edificios que formaron parte de la historia de muchas mujeres y de la sociedad en su conjunto.

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Conclusión entrevistó a Marina Gryciuk, artista responsable de llevar adelante esta expresión que responde al cumulo de acciones inhumanas que allí sufrieron muchas mujeres.

«El Enredo es un grupo es un colectivo de artistas que trabajamos dentro del marco de la ONG Mujeres tras las rejas y que trabajamos dentro de la Unidad Penal Número 5», contó la artista.

Al consultarle sobre la decisión de avanzar con esta idea, Gryciuk mencionó que «este edificio es muy emblemático e importante para nosotras y para todas las chicas que en su momento estuvieron privadas de su libertad en este lugar. El lugar fue un espacio muy difícil en su arquitectura por cuestiones edilicias de hacinamiento, falta de aire, falta de luz. Muchas mujeres estuvieron encerradas con muy pocos derechos y calidad de vida. Muchos niños encerrados con sus mamás«.

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La relación de estos artistas y la ex cárcel de mujeres, comenzó hace varios años. «El Enredo trabajó muchos años en este lugar, estuvimos en contacto semanalmente con las chicas. Hacíamos trabajos creativos y trabajos de producción de objetos textiles para la venta, y en el marco de Quincena del arte, quisimos hacer un homenaje para las mujeres que estuvieron tantos años acá. Es un trabajo que hicimos dentro de la otra cárcel, el nuevo complejo penitenciario que queda en 27 y Circunvalación y lo hicimos durante algunos meses en la cárcel de mujeres», apuntó la referente del colectivo de arte.

 

Para la mujer es de suma relevancia realizar esta intervención, ya que «este barrio terminó siendo como el lugar más lujoso de la ciudad. Lujoso con todas sus contradicciones porque no sabemos de dónde viene tanto lujo, y este lugar se está destruyendo, se está cayendo y este edificio pierde su valor y no sabemos el destino de este lugar. Nos pareció bueno señalar el recuerdo de las chicas que estuvieron encerradas aquí, sino también en que derivan los lugares donde los contextos se transforman».

En tanto el colectivo sigue «trabajando no solamente en contexto de encierro, sino una vez que salen seguimos el acompañamiento de estas mujeres que se reinsertan en la sociedad».