Por Elisa Soldano – 70/30

“¿Por qué cantamos?” preguntó alguna vez el poeta Mario Benedetti. Los músicos del colectivo Canción Urgente le responderán –y demostrarán- que lo hacen porque la música es un poderoso instrumento de solidaridad, y que correrla del lugar mercantilista en el que comúnmente se la ubica es posible, especialmente cuando los contextos sociales y políticos son adversos y vapulean al pueblo.

Canción Urgente está integrado por músicos rosarinos y nació en el 2018, cuando el Movimiento Solidario Rosario los invitó a participar de un evento para reunir frazadas y entregarlas a quienes las necesitaban. Ante la gran convocatoria que tuvo aquel “frazadazo”, y al considerar el gran número de intérpretes que participaban de las movidas solidarias, los artistas decidieron hacer una asamblea para actuar de manera conjunta y coordinada frente a este tipo de iniciativas. Así nació este movimiento de músicos organizados para realizar actividades solidarias.

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El colectivo sabe que la música es algo mucho más grande que vender discos y firmar contratos. Por este motivo la presenta en su perfil más genuino: el arte como rol social. La música como una vía para acercarse a la gente les permitió participar de diferentes eventos solidarios que tuvieron gran recepción por parte del público.

“El rol del colectivo es trabajar con la gente, buscamos que la canción acompañe al pueblo y entendemos que es urgente porque los músicos no podíamos seguir sin estar presentes en los problemas que tiene la sociedad”, indicó a 70/30 Varón Fernández, integrante de Canción Urgente.

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Uno de los objetivos de este grupo -que reúne cerca de sesenta músicos- es que la canción llegue a cada rincón de la ciudad y para esto sostienen que es necesario derribar ciertas restricciones que dificultan la presencia de la música en cada espacio de Rosario. Pero cuando el arte ataca, es difícil resistirse y la organización está presente en los barrios de la ciudad. El colectivo brinda talleres en Tablada, Empalme Graneros y Ludueña, permitiendo así un contacto entre los jóvenes de éstos distritos y la música, convirtiéndose ésta en un instrumento de convivencia, inclusión y solidaridad.

Para explicar el trabajo del colectivo, Varón Fernández citó una frase adjudicada a un cantautor chileno: “Una canción no va a cambiar el mundo, pero cuando el mundo cambie va a haber miles de canciones”. Y como bien lo sabían algunos poetas, por un futuro y por el pueblo, la canción es urgente.

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