El músico Luis Salinas llegará a Rosario el próximo viernes 10 de junio para brindar un espectáculo en el Galpón de la Música (ubicado en Estévez Boero al 980). Según adelantó el artista a este medio, el show -donde sonará parte de su amplio repertorio- estará teñido de actualidad.

En el recital, que comenzará a las 21 de ese viernes, el guitarrista estará acompañado por su hijo, Luis Salinas, y por Alejandro Tula, más músicos invitados. Las entradas están a la venta en Amadeus Rock (tienda ubicada en Córdoba al 1369, local 9), mientras que aquellos que prefieran la compra virtual podrán adquirir los boletos a través de Tickets For Lovers.

Previo al espectáculo, Salinas dialogó con Conclusión y aseguró: “Ir a Rosario siempre es maravilloso para mí por la historia que tengo con la ciudad”. Ocurre que el músico conoció a la mamá de sus hijos en esta urbe, donde también compartió múltiples reuniones y guitarreadas con sus pares rosarinos.

“Siempre le digo a mis hijos que si no hubiese venido a Rosario ellos no estarían en este mundo”, contó Salinas, tras asegurar que su relación con la ciudad y con el público es “maravillosa y muy especial”.

En este sentido, reconoció que tanto el disco lanzado en 2001 como la séptima canción de este material, ambos titulados Rosario, estuvieron influenciados por la ciudad. En ese momento Salinas solía compartir guitarreadas y encuentros con artistas rosarinos, quienes -a través de sus tratos y anécdotas- lo hicieron sentir como uno más y lo nutrieron musicalmente.

Consultado sobre la presentación del 10 de junio, el artista adelantó: “Siempre trato que la música sea actual. Por más que esté tocando un tema viejo, busco que la versión sea de hoy. Ahora es el momento, y el momento es irrepetible, por eso hay que vivir ese instante como único y dar todo lo que uno tiene. El mejor momento es cuando la música te lleva, es maravilloso cuando eso ocurre, ojalá que me pase en Rosario”.

Por otro lado, el músico se tomó un momento para hablar de sus hijos y expresó: “Tengo muchas ganas de llevar (a Rosario) a mi hija de once años para que conozca. Juan cuando era chiquito recorría la ciudad con los abuelos y conmigo, pero ahora es un hombrecito. Lo admiro mucho por cómo está tocando y llevando su carrera”.

Luis Salinas fue uno de los músicos que más provecho le sacó a los recitales por streaming: en el 2020, cuando los shows presenciales no estaban permitidos a causa de la pandemia de coronavirus, el artista encontró en la virtualidad una forma de compartir su trabajo. Sin embargo, aquellos meses no fueron fáciles para el guitarrista.

“Las fibras de la pandemia son dos: una muy mala y otra muy buena. La mala fue que el aislamiento me agarró solo en mi casa y se me cayó mucho trabajo, como conciertos que tenía y se suspendieron. Además, yo soy diabético y por lo tanto era un paciente de riesgo, sumado a que cuando empezó esto tenía 62 años. Entonces fue una situación emocional muy dura para mí”, reflexionó Salinas.

Y agregó: “En esa soledad trataba de buscar, de mejorar, de componer, pero no era suficiente. Para una persona que vive de la música, no poder hacer lo que ama ya no pasa por una cuestión solamente de dinero o trabajo sino también por lo emocional”.

La pérdida de trabajo y la soledad potenciaron el valor que este artista -como muchos otros- le dio a los recitales por streaming. Si bien para un músico hay pocas cosas más emocionantes que el contacto con el público, el hecho de saberse escuchado a través de una pantalla después de meses de aislamiento significó una suerte de renacimiento.

“Hicimos un streaming que se vio en diferentes lugares del mundo y cuando terminamos de tocar me emocioné muchísimo en el escenario. Estaba emocionado de poder tocar para alguien, y desde ahí por suerte empezar a salir trabajos y nos fuimos acomodando”, relató Salinas.

Si bien el músico se mostró cauto a la hora de hacer planes a futuro, ya que la actividad artística está atada a la situación sanitaria, aseguró que tiene pendiente una gira por fuera del país y se mostró entusiasmado con volver a grabar.