Por Santiago Fraga

Corren épocas de lucha y empoderamiento para el género femenino. En este contexto de fuerte cuestionamiento a una sociedad patriarcal, sumado además a la grave problemática en la que se ve inmersa el cine nacional, llega este sábado a Rosario el primer Encuentro de Mujeres Cineastas y del Medio Audiovisual de la región.

En el mundo del cine en Argentina, donde más del 50 % de estudiantes en las escuelas son mujeres, tan sólo existe un 10 % de trabajadoras. Ese porcentaje se vuelve todavía mucho más ínfimo a la hora de hablar de mujeres en áreas de poder y toma de decisión, y ni siquiera están debidamente representadas en los comités del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.

Conclusión dialogó sobre estas problemáticas con Carla Scolari, realizadora audiovisual y una de las organizadoras del evento que tendrá lugar este 20 de mayo desde las 10 en Santiago al 146 bis y que surge a raíz del primer gran encuentro que se dio en Buenos Aires en el marco del Bafici, donde se reunieron 400 personas, que luego fue replicado en provincias como Corrientes y Mendoza.

Al respecto, Scolari comentó que un gran puntapié fue un grupo de Facebook donde se empezó a gestar todo y a través del cual muchas mujeres dieron a conocer sus experiencias personales en donde sufrieron el machismo en su ambiente laboral.

“Nos preocupa que somos más del 50 % de las estudiantes las escuelas de cine y solamente somos un 10 % de trabajadoras»

“Nos preocupa que somos más del 50 % de las estudiantes las escuelas de cine y solamente somos un 10 % de trabajadoras. Nos preguntamos qué pasa con todas esas mujeres en el camino hacia ser profesionales, porque generalmente se nos asignan espacios dentro de la producción, de la dirección de arte o de la docencia; pero nos cuesta mucho acceder a ciertas áreas y sobretodo acceder a la punta de la pirámide, como ser directoras de fotografía o de sonido”, denunció Carla, sosteniendo que es un ambiente donde la mayoría son varones y se reflejan los mismos modos que se reproducen en el resto de la sociedad.

Sobre el encuentro, consideró que “el objetivo principal es poder deconstruir y hacer un cine libre de estas prácticas”, ya que las mujeres se encuentran en el centro de las luchas dentro de esta coyuntura “y el sector audiovisual no puede quedar exento”.

Del mismo, además, se conformará la región Rosario que asistirá al Gran Encuentro Nacional que se está organizando, y para su realización se trabajará en formato de comisiones donde se conversará sobre distintas problemáticas como el cupo laboral, el derecho laboral, la formación o la maternidad (como el trabajo es freelance las madres tienen una problemática muy particular: las licencias no existen, y reincorporarse es mucho más difícil), entre otros. Prácticas discriminatorias a la que la sociedad patriarcal está acostumbrada.

«Desde los inicios en tu formación recibís un mensaje de que a ciertos sectores una mujer no se puede dedicar, o ciertos comentarios misóginos y machistas como “que una cámara no la agarre una mujer” por parte de tus docentes»

“A nosotras nuestros propios compañeros varones muchas veces nos cuestionan nuestras capacidades como profesionales, y eso lo tenemos que sortear todo el tiempo mientras nos estamos construyendo como profesionales, y no es sólo en el cine y en Rosario sino en el país y en todos los ámbitos”, aseguró Carla Scolari a este medio.

Un marco conflictivo en el cine nacional

Por si la perspectiva de género no fuera ya de por sí suficiente, actualmente transcurre un tiempo donde las producciones del cine argentino se ven en grave riesgo como consecuencia de las decisiones del Gobierno nacional sobre el Incaa. Este también será uno de los temas a conversar dentro del Encuentro, junto con la necesidad de federalización del cine nacional.

“Es muy particular la situación; nos influye, nos preocupa, y claramente va a ser una de las cosas a discutir. Es una situación realmente escalofriante porque el cine es un pilar de la cultura, hay muy buenos profesionales en este país, y esto también es para organizarnos y plegarnos a esta lucha, al igual que la federalización del cine. La Asociación de Mujeres tiene que ser realmente federal y queremos que los comités del Incaa tengan cupo femenino y que también haya cupo obligatorio para los realizadores del interior dentro del comité”, afirmó Scolari.

Los obstáculos que enfrenta una mujer en la carrera de cine

“El primer obstáculo que se encuentra una mujer a la hora de emprender su carrera en el cine viene ya desde la formación”, sostiene Carla. “Lamentablemente tenemos muchos formadores varones que no consideran que las mujeres tenemos las mismas capacidades, y eso ya es fundamental. Desde los inicios en tu formación recibís un mensaje de que a ciertos sectores una mujer no se puede dedicar, o ciertos comentarios misóginos y machistas como “que una cámara no la agarre una mujer” por parte de tus docentes que son difíciles de tolerar e influyen en el desarrollo”.

De igual manera, una vez superada la formación, a la hora de empezar a trabajar hay sectores en el cine que les están vedados. “Nos cuesta mucho llegar a estar como cabezas de área, a excepción de ciertos sectores que ya están conquistados como los de arte y producción; hay áreas donde es muy difícil que una mujer pueda acceder”.

«Nuestros propios compañeros varones muchas veces nos cuestionan nuestras capacidades como profesionales, y eso lo tenemos que sortear todo el tiempo mientras nos estamos construyendo como profesionales»

Uno de los principales objetivos del encuentro es plantear seriamente métodos de formación para mujeres dentro del ámbito de cine y también repensar que en sus propias producciones, a la hora de elegir a los técnicos, puedan poner la mirada en sus compañeras mujeres y darse primeramente ellas la oportunidad. “Si no nos damos la oportunidad nosotras, los varones mucho menos. Este encuentro también es para eso”, cerró Carla.

También otra de las finalidades del evento es el camino a la conformación de una Asociación Nacional de Mujeres Realizadoras y de Medios Audiovisuales (que poseen países como España), para tener un marco legal que otorgue otros accesos y más peso para reclamar por sus derechos. Están invitadas al encuentro todas las personas que se reconozcan con el género femenino, como mujeres cis, lesbianas o trans, para que asistan y participen.