Por Florencia Vizzi – 70/30

La pandemia sigue su curso, y con ella la cuarentena. Y con ellas, largas horas de noticieros, científicos varios, especialistas en todos los rubros, comentaristas de larga (y corta) trayectoria… en fin todo lo que la televisión, diarios, youtube, redes sociales y otros medios por el estilo tienen para ofrecer.

Pero hay un momento en que todo eso debe desdibujarse, apagarse y desoírse para no enloquecer en el encierro. Y para apagar esas ruidosas voces, nada mejor que otras mucho más ruidosas: gángsters y mafiosos, para que llenen la pantalla de tiros, sangre, violencia, planteos morales (y amorales), ambigüedades y contradicciones que atraviesan a todos los seres humanos.

> Te puede interesar: Sobreviviendo la cuarentena – A correr que atacan los zombies

Como escribiera el gran Jorge Luis Borges, toda clasificación del universo es arbitraria y conjetural. Y nada más arbitrario que una lista de recomendaciones, que siempre será precedida por los caprichos y subjetividadades del recomendador. Así es que nada asegura que esta lista contenga las mejores películas del género y, de hecho, muchas grandes obras han quedado por fuera. Pero lo que sí es seguro es que ninguna de las recomendadas aquí decepcionará o dejarán indiferentes a quien las vea.

  • El padrino (The godfather) – Francis Ford Cóppola – Trilogía (1972 – 1974 – 1991)

La película por excelencia sobre la mafia, considerada una de las mejores películas jamás filmada. Es que, la obra maestra de Francis Ford Coppola no es una película más sobre la mafia. Es una película sobre la familia, la hipocresía y el poder. Es un retrato de la mafia y sus códigos, tal vez EL retrato, por su profundidad y veracidad, pero es también una película sobre los mandatos familiares, las relaciones entre padres e hijos y hasta qué punto esas relaciones nos determinan. Todo eso va de la mano de una dirección magistral, un reparto que merecería un capítulo aparte (Marlon Brando, Al Pacion, Robert Duvall, Diane Keaton, John Cazale, Talía Shire) y que despliegan soberbias actuaciones, y la música de Nino Rota que aún a día de hoy nos sigue erizando la piel.

*Imprescindible

  • Buenos Muchachos (Goodfellas) – 1990 – Martin Scorsese

Uno de los logros más importantes de Scorsese en este film es su capacidad de recorrer el universo de la mafia como un observador detallista y preciso, pero sin juzgar y, sobre todo, sin estereotipar a los protagonistas de su historia. Buenos muchachos es una película de ascenso y caída. «Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gánster», cuenta Henry Hill en la primera escena de Goodfellas. Y de eso va la película, de la historia del ambicioso y desmedido Henry Hill, desde que decide abandonar el colegio para unirse a los gángster de Brooklyn hasta el oscuro fin de su carrera en la mafia. A través de esta historia, el director nos acerca a la forma de vida, la forma de relacionarse y los estrictos códigos morales del mundo del hampa.

El pulso de Scorsese hace que no sea una película más de mafiosos. La historia está narrada tan visceralmente que se siente real y, por momentos, casi documental. Violenta, excesiva y apasionante, hace gala de gran maestría en lo técnico y ostenta un trío de actores que no dan respiro (Robert De Niro, Joe Pesci, Ray Lliota), Buenos muchachos es palabra mayor dentro el género.

*Imprescindible.

  • De paseo a la muerte (Miller ‘s Crossing) –1990 – Joel y Ethan Coen –

Cuando se habla de cine de mafiosos y gángsters, pocas veces se le da el lugar que merece a esta obra maestra de los hermanos Coen que, además de tener un reparto de lujo, tiene un guion que roza la perfección, tanto por su estructura como por las dosis de violencia, humor negro, sátira y cinismo que combina en porciones exactas.

Dos capos mafia, uno irlandés (Leo) y el otro italiano (Giovanni) se enfrentan para controlar la ciudad. Sin embargo, para no admitirlo, la pelea se justifica a partir de los negociados de Bernie, cuya hermana sale con Leo. Mientras tanto, el lugarteniente de Leo, a pesar de acostarse con su amante, tratará de ayudarlo infiltrándose en el bando contrario.

Esta sinopsis no le hace justicia, porque los giros del guion son maravillosos, pero sólo pueden disfrutarse viendo la película.

Una joya de los Coen que además despliega una belleza que desborda por sus lados técnicos, fotografía, iluminación, recreación de época y montaje.

*Imprescindible

  • El largo viernes santo (The long good Friday) – 1980- John McKenzie

Desde Inglaterra, y con las magistrales actuaciones de Bob Hoskins y Helen Mirren,  MacKenzie trae puro cine criminal y se adentra en el costado más salvaje y amoral de la mafia inglesa.

Un empresario a punto de concretar un millonario negocio con un mafioso norteamericano es víctima de una serie de atentados y, en las siguientes 24 horas, lo que dure el Viernes Santo, deberá averiguar desde donde vino la traición y que precio deberá pagar. Esta película poco conocida se adelantó dos décadas a las historias de Guy Ritchie y, con una estructura narrativa contundente y rítmica y un guion sólido y muy inteligente que hace gala de una ironía que no tiene desperdicios ha dejado una huella grandiosa en el cine del género.

*Imperdible

  • Caracortada (Scarface) – 1983 – Brian De Palma

Otro gran exponente del rubro de mafiosos en el séptimo arte, libre relectura de la película que en 1932 dirigió Howard Hawks, pero ahora con un feroz guión de Oliver Stone y la dirección del gran Brian De Palma. Puede decirse que Scarface se convirtió en película de culto después de haber sido destrozada por la crítica durante largo tiempo. Al Pacino es Tony Montana, un cubano que desprecia a Fidel Castro y llega a Estados Unidos durante el éxodo de 1980 y está dispuesto a todo para alcanzar “el gran sueño americano” y convertirse en el dueño del mundo.

Todos los excesos posibles están en Scarface, de hecho, parece que De Palma y Stone hubieran concebido la película con esa premisa y, por momentos, incluso el espectador puede verse desbordado. Cocaína en grandes cantidades, armas, narcos, carteles, mucha, mucha, mucha violencia y un camino inexorable hacia la autodestrucción. Obra intensa, pletórica y exuberante, lejos de la perfección, con momentos geniales y otros regulares, con una avasallante actuación de Al Pacino y una inolvidable interpretación de la debutante Michelle Pfeiffer.

*Imperdible

  • Gomorra (Gomorrah) – 2008 – Matteo Garrone 

Garrone no da tregua en este retrato de la mafia napolitana construido a partir del libro de Roberto Saviano.

A través de cinco historias cuyos personajes están interconectados por sus vinculaciones más o menos cercanas con la Camorra, el director construye un

relato que es llevado al extremo de la crudeza y realismo, tanto que, en momentos, su clima se sitúa en lo documental y en otros se torna asfixiante.

Garrone se sitúa como un mero observador y logra un resultado hiperrealista a pesar de su montaje fragmentado.

No hay nada glamoroso en los personajes que refleja Gomorra, ni mística, ni códigos definidos de conducta y, por supuesto, no hay escape ni puertas de salida.

*Imperdible

  • Atrapado por su pasado (Carlito’s way) – 1993 – Brian De Palma

Puestos a elegir una película de mafiosos de De Palma, saliendo de la ineludible Scarface, tal vez hubiera sido imperativo listar Los Intocables. Sin embargo, y con perdón de los especialistas, Carlito ‘s Way la supera ampliamente.

Una bella historia crepuscular, en la que el espectador intuye desde el principio el inexorable final y, sin embargo, hasta el último minuto no pierde la esperanza de estar equivocado y que un giro en el guion lo cambie todo.

Carlito Brigante (Al Pacino) estuvo cinco años preso por traficar heroína. Cuando logra salir de la cárcel, gracias a las artes de su abogado (un descollante Sean Penn), Carlito trata de buscar su redención y cumplir su sueño, un negocio modesto, una mujer amada, un refugio tranquilo. Pero el diablo mete la cola, y su abogado también, y todo se desmadra.

Esta es posiblemente una de las mejores obras de De Palma, sino la mejor, técnicamente impecable y visualmente cautivante. Pero, sobre todo, una película en la que los personajes ganan por su complejidad y sus contradicciones y por su esfuerzo de alejarse del dolor y construir un camino propio que les permita desafiar a un destino maldito que se empeña contra ellos.

Como curiosidad, esta es la película en la que Jorge Porcel actuó una escena con Al Pacino. Puntos suspensivos

*Imperdible

  • Camino a la perdición (Road to Perdition) – 2002 – Sam Méndes

Muchos críticos y especialistas del séptimo arte han calificado esta película como “la última gran película de mafiosos”.

No puedo asegurar que sea cierto, pero sí que es una gran, gran película.

Antes de llegar al cine y convertirse en cuasi obra maestra y una de las últimas apariciones en pantalla del mítico Paul Newman, Road to Perdition fue novela gráfica. Y llego a manos de Sam Mendes justo después de su consagración con Belleza Americana

Michael Sullivan (Tom Hanks) es el hombre de confianza de un capo mafia irlandés (Paul Newman). A pesar de su profesión, es un padre dedicado, buen esposo y ferviente creyente. Una noche de lluvia sale a hacer un trabajo junto al hijo de su jefe, Connor, (Daniel Craig), pero su hijo lo sigue y ve todo. Asustado, Connor, decide acabar con él, pero al hacerlo se equivoca y asesina a la mujer y al hijo más pequeño de Sullivan. Destrozado por el dolor y ávido de venganza, Sullivan y su ahora único hijo emprenden la huida hacia Perdición, un pequeño pueblo donde esperan vivir en paz.

*Imprescindible

  • El rey de Nueva York (King of New York) – 1990 – Abel Ferrara

Los 90 fueron, sin duda, la década de Abel Ferrara, década en la que el director al que muchos tacharon de maldito dio a luz sus mejores obras. Entre ellas se cuentan sin duda Bad Liutenant y The funeral. The King of New York es una de ellas, a veces analizadas como una trilogía.

Ferrara es el lado oscuro, incluso más oscuro que los ya considerados así, fue piedra angular de muchos nombres que luego alcanzaron la fama, como Harvey Keitel o Christopher Walken.

En esta historia, Walken construye un protagónico con mayúsculas, poniéndose en la piel de Frank White, un mafioso que sale de la cárcel y vuelve al Bronx a recuperar su territorio perdido y reconstruir su imperio.

Lo que distingue a esta película de otras sobre la mafia es que, si bien White quiere volver a ser el “rey” y ganar muchos millones, tiene una motivación diferente, quiere dejar un legado, construir hospitales, hacer beneficiencia, aportar dinero en los barrios pobres marginales y mejorarles la vida.

Sobre esta original premisa, Ferrara dirige un film que puede no ser una obra maestra, pero que se convierte en un crudísimo retrato de la ciudad de Nueva York y de la corrupción que reina en los diferentes estamentos políticos y policiales. No es su mejor película, pero es una buena puerta de entrada para quienes no lo conocen.

*Interesante

  • Diamantes en Bruto (Uncut Gems) – 2019 – Josh y Benny Safdie

Gran, gran película que tiene como extra que fue producida por Netflix y estrenada recientemente en la plataforma de streaming, por lo cual es de muy fácil acceso. Sin dudarlo puede decirse que es una de los mejores films estrenados en 2019 y que tiene en su protagónico a un irreconocible, brillante y enardecido Adam Sandler con una actuación insospechada.

Una película frenética, en la que un joyero judío del circuito de los diamantes de Manhattan, con una exclusiva cartera de clientes ricos y famosos, adicto a las apuestas, además, trata de escapar de la espiral de deudas en la que está inmerso con más deudas, cubriendo unas con otras, en un círculo vicioso que termina convirtiéndose en un torbellino imparable y salvaje.

La película se mantiene con una tensión extrema en cada giro del guion, un montaje bestial que no da respiro, muy buenas actuaciones y un gran humor negro. Por momentos thriller, por momentos comedia oscurísima y por momentos drama, Diamantes en bruto es lo mejor que ha estrenado Netflix en los últimos tiempos.

Curiosidad: una de las mejores actuaciones de la película, además de la de Sandler, es la de Kevin Garnett, ex estrella de la NBA, una de las mayores figuras de los últimos años, recreando a un supersticioso y millonario jugador de baloncesto. No fue la primera opción de los hermanos Safdie para el papel. Antes habían considerado, entre otros, al reciente y trágicamente fallecido Kobe Bryant.

*Imperdible