El depósito de los restos del afronorteamericano muerto a manos de un policía blanco se realizará en Houston, en el sur de Estados Unidos, donde creció. Mientras Donald Trump criticó las movilizaciones, Joe Biden hablará en el funeral público a través de un video.
A contramano de las expresiones del presidente Donald Trump, Mark Esper se opone a que los militares disuelvan las protestas callejeras en contra del racismo. Además, tildó expresó que el asesinato de George Floyd fue un "crimen horrible".
Tras amenazar con sacar a los militares a la calle y desatar una nueva noche de manifestaciones, saqueos y represión en Estados Unidos, el presidente de aquel país exigió hoy públicamente a las autoridades demócratas de Nueva York que llamen a la Guardia Nacional, mientras su posible rival electoral, Joe Biden, relanzó su campaña y lo acusó de dividir al país.
Varios manifestantes que protestaban pacíficamente fueron arrestados. El momento de más tensión se produjo en inmediaciones de la Casa Blanca donde los pobladores congregados fueron dispersados a fuerza de balas de goma y de gases lacrimógenos.
En Minneapolis, la ciudad donde George Floyd fue asesinado por un policía hace una semana, la familia de la víctima presentó los resultados de su propia autopsia que, a contramano de lo que afirmó el informe oficial, concluyó que el hombre de 46 años falleció por "asfixia". Además, en Louisville echaron al jefe de policía tras la muerte de un manifestante por represión.
El mandatario estadounidense dialogó hoy por teléfono con su par ruso, en una conversación en donde se informó la idea de convocar a un encuentro del Grupo de los Siete con la participación, además, de Australia, India y Corea del Sur.
Las autoridades decretaron el toque de queda nocturno en un total de 25 ciudades de 16 estados de EEUU, entre ellas Minneapolis, epicentro de las manifestaciones tras el brutal asesinato de George Floyd por parte de la policía.
Aunque no dio más detalles al respecto durante una conferencia de prensa, el anuncio de Trump supone la suspensión permanente de la contribución de su país a la organización, ahora congelada, y que se estima entre 400 y 500 millones de dólares anuales.
La medida tomada por el presidente de Estados Unidos instruye para se que estudie la posibilidad de imponer nuevas regulaciones a estas compañías, para “defender la libertad de expresión”.
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Robert O ´Brien, ya había anticipado la medida en las últimas horas, al afirmar que era posible la restricción de los vuelos provenientes de tierras brasileñas, segundo país con más casos de Covid-19, tras el propio Estados Unidos.
El canciller chino, Wang Yi, aseguró que "hay un virus político" que se propaga por Estados Unidos para "atacar y desprestigiar a China", empujando a los países a una "nueva guerra fría".
“Es un grupo vicioso de personas”, dijo el presidente norteamericano respecto al denominado “Deep Estate” existente en Washington.