El secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, dijo este miércoles que, por el momento, se opone a usar las fuerzas militares para contener la ola nacional de protestas antiracistas, unos días después que Donald Trump amenazara con hacerlo si los gobernadores no despliegan a la Guardia Nacional.

Esper dijo que la Ley de Insurrección, que le permitiría al presidente estadounidense Trump usar militares en servicio activo para sofocar las protestas callejeras, «solo puede invocarse en situaciones más urgentes y graves. Y esa no es la situación ahora», agregó, citado por la cadena de noticias CNN.

El debate sobre esta controvertida norma se desató en el país luego que Trump amenazara el lunes con desplegar a los militares si los gobernadores y alcaldes no ponen fin a las manifestaciones y «controlan» la calle.

Esper autorizó el movimiento de varias unidades de la Guardia Nacional a bases militares a las afueras de Washington, pero no han sido llamadas a la acción.

Poco antes de que Esper hablara, Trump había dicho que el despliegue masivo de tropas de la Guardia Nacional y agentes del FBI en la capital de la nación ofrecía un modelo a los estados sobre cómo detener la violencia que acompaña a algunas protestas.

Según Trump, la muestra masiva de fuerza fue responsable de que protestas en Washington y otras ciudades se calmaran en los últimos días, pese a que Nueva York vivió una noche más tranquila sin más oficiales en las calles.

Pese a congratularse, Trump insistió en sus críticas a los gobernadores que no han desplegado su Guardia Nacional al máximo. «Debes tener una fuerza dominante», dijo Trump a Fox New Radio. «Necesitamos ley y orden», agregó. 

El jefe del Pentágono criticó fuertemente las acciones de la policía de Minneapolis por los sucesos ocurridos la semana pasada, donde George Floyd, de 46 años, murió luego de que un policía se arrodillara sobre su cuello durante más de ocho minutos, hasta ahogarlo, según concluyó la última autopsia.

Al respecto, Esper calificó el acto de «asesinato» y «un crimen horrible».