A pesar de presión internacional para que se declare un alto el fuego y de llamados de Estados Unidos a reducir las víctimas civiles palestinas, Netanyahu advirtió el lunes que la lucha “no está ni cerca de terminar”.
Al menos 46 personas murieron este miércoles en el campamento de refugiados de la ciudad de Jabaliya debido a los ataques israelíes. También fueron destruidas una mezquita y viviendas cerca del hospital de Rafah.
El incidente tuvo lugar en una zona de combate activa, en la que se han producido continuos enfrentamientos durante los últimos días. Benjamin Netanyahu, calificó la muerte de los tres rehenes como una "tragedia insoportable".
Después de una primera fase de ofensiva centrada en el norte del enclave, el Ejército israelí expandió sus operaciones hasta el sur, donde se refugian casi dos millones de civiles desplazados, atrapados en un territorio cada vez más exiguo.
La pesquisa determinó que los disparos probablemente provinieron del sureste de la posición de los periodistas, cerca de la localidad israelí de Jordeikh, donde operaban tanques israelíes.
Volker Türk pidió también por el cese inmediato de la violencia y la liberación de todos los rehenes en manos de Hamas en Gaza. También expresó su preocupación por las "declaraciones deshumanizadoras" realizadas por altos funcionarios israelíes y representantes de la organización islamista.
La ONU advirtió de "un escenario aún más infernal" para los civiles atrapados y dijo que era "imposible" implementar las zonas seguras definidas por Israel en la Franja de Gaza para que los palestinos no combatientes puedan refugiarse y escapar de los enfrentamientos.
El Gobierno de Hamas en Gaza y la agencia de noticias palestina Wafa indicaron que la entrada al Hospital Kamal Adwan en la localidad de Jabaliya, en el norte del territorio, fue alcanzada por un ataque.
En tanto, el Ejército de Israel anunció este viernes la detención de 15 palestinos en una serie de operaciones llevadas a cabo durante la madrugada en varios puntos de la región ocupada.
Desde el Gobierno gazatí señalaron que fueron bombardeadas varias viviendas habitadas y que la comunidad internacional es responsable de la “guerra continua contra niños y mujeres”.
Según el anuncio de la organización armada, el bebé Kfir Bibas, su hermano de 4 años, Ariel Bibas, y su madre, Sherry Silverman, murieron en bombardeos israelíes previos sobre la Franja de Gaza, ocurridos antes del inicio de la tregua. El ejército israelí dijo que aún están comprobando la afirmación.
Dos adolescentes de 16 y 17 años fueron heridos en el campo de refugiados de Naplusa, una gran ciudad del territorio ocupado y otros tres también fueron alcanzados por las balas. Ya son más de doscientos los muertos desde la incursión de Hamas en Israel el pasado 7 de octubre.