En medio de las críticas de la oposición por la situación de los derechos humanos en esa región, el primer ministro británico advirtió que el conflicto ruso-ucraniano “tendrá consecuencias de gran alcance para el mundo, mucho más allá de las fronteras de Europa”.
Mientras Boris Johnson no opina sobre el tema porque la investigación “está en curso”, la policía de Londres anunció que está investigando posibles delitos al respecto de los picnics organizados en la residencia oficial.
El artífice del Brexit despedido del Gobierno en noviembre de 2020, Dominic Cummings, aseguró que planteó sus preocupaciones sobre el evento directamente con el primer ministro y aseguró que está preparado para dar su testimonio bajo juramento.
El primer ministro británico le dijo todo lo que sabe a la funcionaria que lleva a delante la investigación sobre las presuntas fiestas realizadas en el 10 de Downing Street y en todo Westminster. Su gobierno está acusado de celebrar doce fiestas en pleno confinamiento.
El diputado y miembro del Parlamento escocés, Douglas Ross, calificó al primer ministro británico como un zombie político, y dijo que había tenido una "conversación difícil" con él después de que se disculpó en la Cámara de los Comunes.
La comparecencia del primer ministro británico en el Parlamento fue su primera aparición pública desde que surgieron los detalles del evento. Mientras dijo que entendió que era para agradecer al personal, la oposición dijo que su presencia en la misma fue un "escándalo patético".
Se trata de un cóctel organizado para 100 empleados en los jardines del 10 de Downing Street el 20 de mayo de 2020. El partido Laborista pidió su presencia en el cuerpo legislativo al que no asistió y fue reemplazado por el director general de Finanzas, Michael Ellis.
Entre 2010 y 2011 los registros indicaban un 42 % mientras que entre 2019 y 2020 alcanzaron el 53 %. Según el Partido Laborista la situación resulta del “incompetencia y negación del Partido Conservador sobre la existencia del racismo estructural”.
Boris Johnson reconoció que incumplía su palara ante la Cámara de los Comunes y expuso que el sistema de salud público británico “es el orgullo” de Reino Unido pero que su recuperación “tenga los fondos a largo plazo” que se necesitan para que funcione.