La crisis política venezolana generó división en los dirigentes argentinos entre quienes apoyan a Juan Guaidó, proclamado presidente encargado por la Asamblea Nacional del país caribeño, y quienes señalan un "golpe de Estado" contra el presidente Nicolás Maduro.
"¡Fuera! Se van de Venezuela, aquí hay dignidad carajo!", dijo el mandatario venezolano, quien dio 72 horas a la delegación diplomática para abandonar el país.
Con la intención de "contribuir a una solución política y pacífica" de la crisis en Venezuela, los diplomáticos de la Unión Europea tuvieron un fin de semana a pura reunión entre el palacio presidencial y la sede del Parlamento.
Los mandatarios de Argentina y Brasil tuvieron su primer encuentro en Brasilia y afirmaron que las relaciones bilaterales entre ambos países “continuarán avanzando con rumbo seguro”. Además hubo críticas al gobierno de Maduro en Venezuela.
"¿Quiénes somos? Venezuela. ¿Qué queremos? Libertad" y "Maduro dictador", coreaban los manifestantes en la Puerta del Sol, en pleno corazón de la capital española.
Fue electo en los comicios presidenciales en mayo del 2018, pero la Asamblea Nacional de mayoría opositora, un grupo de 13 países de América Latina, más EEUU y la Unión Europea, consideran que no se cumplieron con los estándares democráticos y no reconocen su legitimidad.
Lo hizo durante una rueda de prensa en la que, además, tildó al presidente de Chile, Sebastián Piñera, como “el pichón de Pinochet”.
"El halcón John Bolton dirige planes para atentar contra el presidente y promover un golpe de Estado y una dictadura fascista al estilo Plan Cóndor, disfrazándola de 'restauración de la democracia'", escribió el canciller venezolano en Twitter.
Al menos 600 intelectuales, académicos, artistas, docentes, diputados, abogados, activistas, representantes del sector religioso apoyaron la declaración.
El llamado Grupo de Lima exhortó al gobernante venezolano a dar un paso al costado y no asumir un nuevo mandato (2019-2025), por considerar que su reelección fue ilegítima.
El presidente venezolano consideró que las políticas de sus pares de Brasil, Colombia y Argentina terminarán provocando una “nueva ola” de gobiernos de izquierda y de “transformaciones populares”.
El partido que gobierna Uruguay desde 2005 decidió este sábado dar de baja a Luis Almagro, por serias discrepancias por sus criticas a Venezuela.